ÁVILA, 14 de noviembre.
La provincia de Ávila se encuentra en estado de alerta máxima debido a un temporal que ha llevado a activar el nivel rojo. Este anuncio se realizó alrededor de las 23:00 horas del jueves, utilizando el sistema ES-Alert para informar a la población a través de sus teléfonos móviles.
Las intensas lluvias y los vientos fuertes han provocado diversos incidentes en la región. José Francisco Hernández, delegado territorial de la Junta de Castilla y León, compartió detalles durante una rueda de prensa este viernes tras coordinarse con el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi). Entre los sucesos destacados, se encuentra el desalojo de dos personas mayores en la localidad de Navaluenga y el cierre de tres carreteras de la provincia.
El Cecopi se activó el día anterior, tras la declaración del nivel 2 del Plan de Protección Civil ante Inundaciones de Castilla y León, conocido como Inuncyl.
Hernández comentó que, gracias a la inmediata coordinación con las autoridades locales, el alcalde de Navaluenga informó sobre la situación del río Alberche, que inundó una zona conocida localmente como "El Arroyo". Esto llevó a la evacuación de dos ancianos de una vivienda en peligro. Afortunadamente, el suministro eléctrico, que también fue interrumpido en parte del municipio, ya ha sido restablecido.
Además, se reportó el cierre de las carreteras AVP-539, AVP-537 y AVP-417 debido a la acumulación de agua en la zona de Barco de Ávila y Navaluenga.
En cuanto a la actividad escolar, se comunicó que, a primera hora del día, las clases se desarrollaron con normalidad, y apenas se registró afectación en las carreteras públicas. Los estudiantes pudieron asistir a las aulas sin contratiempos.
Hasta el momento, se han tomado medidas de seguridad en las instalaciones escolares para garantizar la seguridad de los alumnos y del personal educativo, vigilando de cerca cualquier cambio en la situación climática durante la mañana.
En Barco de Ávila, el río Tormes se desbordó justo antes de la medianoche, causando inundaciones en áreas cercanas. Sin embargo, el caudal comenzó a descender rápidamente, lo que ha llevado a confirmar que el riesgo de nuevos desbordamientos es actualmente bajo, según la Confederación Hidrográfica del Duero.
Aun así, la alcaldesa de Barco de Ávila advirtió sobre la posibilidad de que la planta depuradora local haya sufrido daños. Hernández recordó que las tormentas pueden ocasionar interrupciones en el suministro eléctrico, lo que puede afectar este tipo de instalaciones. “Es una situación de emergencia”, expresó, destacando la inusual hora en la que se produjo el desbordamiento.
A pesar de que se habían anticipado lluvias, la intensidad de la precipitación fue mayor de lo previsto en algunos momentos, generando una preocupación considerable durante la noche.
La noche más inquietante se presentó para Barco de Ávila, donde el caudal del río alcanzó niveles alarmantes, con flujos de entre 1.500 y 1.600 metros cúbicos por segundo, lo que evocó recuerdos de las devastadoras inundaciones de 2019. “Mantenemos contacto constante con la alcaldesa”, afirma Hernández.
Respecto a la capital, la gerencia del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles decidió no trasladar a pacientes dados de alta debido al nivel de riesgo, lo cual se revertirá en cuanto la situación se estabilice tras la tormenta.
La Junta de Castilla y León ha movilizado todos sus recursos para responder a esta emergencia, incluyendo la colaboración de los servicios de medio ambiente y otros organismos municipales en la remoción de materiales y evacuación de agua con motobombas, según comentó Hernández.
Afortunadamente, las consecuencias hasta el momento no han sido graves, aunque se planea un seguimiento cercano en los próximos días, especialmente en áreas propensas a inundaciones como la carretera de Gredos.
El delegado territorial calificó la noche de intensa preocupación, pero destacó que las medidas adoptadas permitieron manejar la situación con eficacia. “Hemos estado en alerta y preparados para cualquier eventualidad”, concluyó.
Desde el inicio de la emergencia, Hernández ha mantenido contacto constante con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, así como con los consejeros responsables de la situación.
El nivel de alerta se elevó a nivel 1 hacia las 23:13 y posteriormente a nivel 2 a las 23:49, lo que conllevó a enviar alertas mediante el sistema ES-Alert para aconsejar a la población que limitara sus desplazamientos y adoptara precauciones ante posibles riesgos.
Hasta el momento, no se han reportado heridos, pero sí se espera evaluar los daños materiales en las próximas horas.
Para los próximos días, se mantendrá el nivel 2 del plan Inuncyl y se recomienda a la población informarse a través de canales oficiales antes de realizar cualquier desplazamiento, dado que pueden existir obstáculos en las carreteras.
Es esencial mantener la precaución frente a rachas de viento que podrían causar accidentes. El estado de alerta se mantendrá hasta que la tormenta finalice, prevista para el domingo por la mañana.
Finalmente, Hernández subrayó la importancia de la colaboración entre administraciones y agradeció la labor de todos los servicios implicados en la gestión de la crisis.
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