En Burgos, la alcaldesa Cristina Ayala ha explicado este lunes la decisión del Consistorio de disolver los consorcios formados con las extintas entidades financieras Caja Círculo y Caja de Burgos, específicamente el del desvío del tren y el de Villalonquéjar. Esta medida implica asumir una deuda de 200 millones de euros que está generando al Ayuntamiento un costo diario de 20.000 euros en intereses.

Ayala, acompañada por el vicealcalde y otros miembros del Gobierno local, recordó la historia de la creación de estos consorcios hace 25 años, involucrando a Caja Círculo y Caja de Burgos. Destacó que en un momento dado, Caja Círculo decidió retirarse de ambos consorcios, dejando al Ayuntamiento y a la Fundación Caja de Burgos como únicas entidades integrantes en la actualidad.

Ante la solicitud de la Fundación de abandonar los consorcios, Ayala destacó la importancia de abordar esta deuda y tomó la decisión de disolver ambos consorcios para evitar la acumulación diaria de intereses. El Ayuntamiento, considerándose solvente, asumirá la gestión de la deuda y será la sociedad municipal ProBurgos la encargada de continuar con el trabajo de los consorcios.

El concejal de Hacienda consideró valiente y acertada la decisión de la alcaldesa, señalando que la previsión es amortizar 35 millones de euros de deuda este año. Destacó que esta medida se tomó en beneficio de los ciudadanos de Burgos y con la convicción de que es el camino correcto a seguir.

Por último, Ayala expresó su sorpresa ante el cambio de postura del PSOE, que hasta el viernes había apoyado la decisión de disolver los consorcios. Subrayó que esta medida es necesaria para el futuro de la ciudad y para garantizar una gestión eficiente de los recursos públicos.