La comunidad de Castilla y León ha destacado por lograr la nota más alta en la valoración de indicadores de atención a la dependencia, con un promedio de 8,3 según el XXIV Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia. Sin embargo, a pesar de este logro, se ha reducido la aportación en 7,4 millones de euros.

El informe señala que existen enormes desigualdades entre territorios en términos de cobertura y modelos de gestión en España, con diez comunidades aprobando la escala este año y la media estatal posicionándose en 4,9, por debajo del cinco.

En cuanto a las comunidades autónomas con mejores resultados, Castilla y León (8,3), Castilla La Mancha (8,3) y Andalucía (6,7) se mantienen en las primeras posiciones, mientras que Cataluña y Murcia, con una puntuación de 1,7, se ubican en las últimas posiciones.

En términos de lista de espera, Castilla y León ha logrado reducir en 50 personas el número de dependientes en espera, lo que representa una disminución del 24,2%. Sin embargo, la región ha aumentado en 3.709 personas su número de dependientes en situación de limbo, con 9.376 personas pendientes de recibir servicio o prestación, a pesar de contar con un equilibrio entre personas valoradas con derecho y personas atendidas.