VALLADOLID, 25 de octubre.

La incorporación reciente del 'Cochinillo de Segovia' a la lista de Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) marca un hito significativo en el desarrollo de esta emblemática Marca de Garantía. Según sus defensores, este reconocimiento no solo eleva la calidad del producto, sino que también lo posiciona como un "activo comercial clave", cimentando la fe del consumidor y abriendo puertas hacia nuevos mercados internacionales, catapultando así a este manjar como un "representante emblemático" de la provincia.

En la actualidad, la IGP del cochinillo incluye unas 33 granjas y cuatro mataderos, proyectando una producción que alcanzó durante el 2024 un total de 161.382 cochinillos, lo cual se traduce en 551 toneladas de exquisiteces, valorizadas en aproximadamente 6,6 millones de euros.

Este logro culmina un camino que comenzó en 2022, cuando se inició el proceso para obtener este sello de calidad de la Unión Europea, que otorga reconocimiento a productos enraizados en su territorio. Este esfuerzo ha sido posible gracias a la colaboración entre el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León y la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

Para José María Ruiz Benito, presidente de la IGP Cochinillo de Segovia, este distintivo es un "avance hacia el futuro". El sello europeo no solo protege el legado del pasado, sino que abre un abanico de oportunidades, convirtiéndose en una "herramienta comercial" que eleva la confianza del consumidor y fortalece la imagen de Segovia como un "referente internacional en gastronomía".

El cochinillo segoviano, un producto "singular", representa una conexión profunda con su tierra, criado bajo técnicas tradicionales y alimentado exclusivamente con leche materna hasta el destete. Esto garantiza su carne tierna, piel dorada y textura firme, características que lo hacen "inconfundible".

El reconocimiento de la IGP tiene sus raíces en 2002 con el establecimiento de la Marca de Garantía, que protege este manjar desde su cría en las granjas hasta su presentación en la mesa, asegurando su autenticidad y calidad en cada etapa del proceso.

Ruiz Benito enfatiza que la creación de la Marca de Garantía no fue un punto final, sino el comienzo de un esfuerzo colaborativo que, durante más de 20 años, ha demostrado que la "dedicación y la unión de los sectores implicados generan resultados positivos".

A partir de ahora, cada cochinillo producido, sacrificado y asado en los hornos acreditados a la Marca de Garantía podrá lucir la nueva etiqueta europea, que asegura a los consumidores de todo el mundo que están adquiriendo un producto auténtico, criado en una zona protegida con los máximos estándares de calidad.

Después de cumplir con todos los requisitos tanto a nivel nacional como comunitario, la Comisión Europea incluyó en julio de 2024 el 'Cochinillo de Segovia' en el registro de Denominaciones de Origen Protegidas e Indicaciones Geográficas Protegidas. Con la aprobación de su reglamento y la constitución del órgano de gestión, la figura queda totalmente ratificada en el ámbito regional.

La Junta de Castilla y León sigue promoviendo esta figura de calidad a través del sello 'Tierra de Sabor', facilitando a clientes y consumidores el reconocimiento del origen y autenticidad de los productos de la región.

En palabras de Ruiz Benito, el 'Cochinillo de Segovia' no solo representa una propuesta culinaria, sino que es un atractivo turístico y un elemento cultural en Segovia, considerado un "monumento cultural". Al igual que el Alcázar simboliza la imagen de la ciudad, el cochinillo encapsula el "sabor y la memoria", siendo parte intrínseca de la identidad de los segovianos.

El presidente de la IGP subraya que, año tras año, miles de turistas que visitan Segovia se llevan consigo imágenes frente a sus monumentos y el grato recuerdo del cochinillo asado: "Son dos caras de la misma moneda. Patrimonio material e inmaterial que nos define y nos proyecta".

Por lo tanto, la distinción del 'Cochinillo de Segovia' como Indicación Geográfica Protegida simboliza un "nuevo avance hacia el futuro". Este sello europeo es un garante de la calidad, promete nuevas oportunidades y afianza a Segovia como un "referente internacional de excelencia gastronómica".

Ruiz Benito reafirma que lo logrado con esta distinción trasciende lo administrativo: "Se reconoce oficialmente lo que todos sabíamos: el 'Cochinillo de Segovia' es patrimonio, tradición y futuro".

La consideración del cochinillo como un atractivo turístico responde a los esfuerzos implementados por la Marca de Garantía para mantener un producto que enorgullece a productores, ganaderos y hosteleros de la región.

Asimismo, la protección del cochinillo bajo la IGP impacta en diversos sectores, involucrando desde las granjas que lo producen hasta los mayoristas que lo distribuyen, sin olvidar a los mataderos.

La divulgación del reconocimiento de la IGP tuvo lugar en un evento celebrado en el Parador de Segovia, con la participación de la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, así como del propio Ruiz Benito.

Durante su intervención, la consejera subrayó que este producto se suma a un selecto grupo de 43 figuras de calidad, colocando a la Comunidad en una posición destacada al contar con más sellos de calidad diferenciada que 14 países de la Unión Europea.

El evento, que también contó con la presencia del alcalde de Segovia, José Mazarías, y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, fue también una oportunidad para que Ruiz Benito agradeciera a los productores y hosteleros por su "esfuerzo y apoyo incondicional", así como a las instituciones que han respaldado el proyecto desde sus inicios y a los consumidores que mantienen viva esta tradición a lo largo de las generaciones.