VALLADOLID, 11 de diciembre.

En un importante avance en la lucha contra la delincuencia organizada, la Guardia Civil ha logrado desmantelar un grupo criminal en la localidad vallisoletana de Íscar. Este operativo ha llevado a la detención de cuatro individuos, quienes enfrentan graves acusaciones que incluyen dos delitos de robo con fuerza en vivienda y su vinculación a una organización delictiva.

Según información proporcionada por fuentes de la Subdelegación del Gobierno, las detenciones forman parte de la operación 'Calabame', la cual se inició tras una denuncia recibida que alertaba sobre la extraña presencia de varias personas que rondaban un domicilio en la zona de Calabazas.

Los primeros indicios del comportamiento sospechoso de los presuntos criminales se dieron cuando vecinos de la localidad detectaron a tres individuos merodeando por las cercanías de una vivienda. Estos lograron escapar en un vehículo del que se tomó nota tanto del modelo como de la matrícula, lo que resultaría crucial para el posterior desarrollo de la investigación.

En un segundo incidente, ocurrido en la madrugada del 10 de octubre, dos hombres ingresaron al patio interior de la propiedad, pero su intento fue frustrado cuando los residentes los descubrieron. Al verse sorprendidos, estos individuos abandonaron rápidamente la escena a bordo del mismo automóvil que ya había sido registrado por las autoridades, acompañado en esta ocasión por otros dos individuos.

El 16 de octubre, nuevamente en horas intempestivas, los residentes se alertaron por ruidos provenientes del exterior y se percataron de que dos individuos estaban en el patio de su vivienda. Al ser detectados, estos escaparon, dejando atrás una herramienta y una radial que habían intentado llevarse, mientras que un tercer sujeto intentaba forzar la persiana de una vivienda contigua.

Como en las ocasiones previas, todos los implicados se dieron a la fuga en el mismo vehículo. Sin embargo, el denunciante había tenido la oportunidad de identificar a los presuntos autores, lo que motivó a la Guardia Civil a realizar una prueba de reconocimiento fotográfico. Sorprendentemente, el denunciante identificó "sin ninguna duda" a los cuatro integrantes del grupo delictivo.

Con esta información en mano, los agentes procedieron a la identificación completa de los sospechosos y ejecutaron su detención, formulándoles formalmente cargos por dos delitos de robo con fuerza en grado de tentativa, así como por su pertenencia a una organización criminal. Este caso resalta la importancia de la colaboración ciudadana en la prevención del crimen y la actividad eficaz de las fuerzas del orden en la región.