BURGOS, 28 de octubre. En un reciente operativo, la Policía Nacional de la Comisaría de Burgos ha logrado identificar a tres integrantes de un clan familiar que se dedicaba a llevar a cabo estafas del tipo "tocomocho" o "estampita". Este grupo logró engañar a una vecina local en septiembre, utilizando sus reconocidas tácticas fraudulentas.

La víctima fue objeto de una serie de artimañas que culminaron en un robo en su propio hogar. Los estafadores, un hombre y dos mujeres, no solo lograron despojarla de diversas joyas, sino que también se apoderaron de sus llaves y utilizaron su tarjeta bancaria para realizar transacciones ilegales.

La investigación se inició con la denuncia de la afectada y rápidamente avanzó hasta identificar y detener a los tres sospechosos. Los cargos que enfrentan incluyen estafa, robo con fuerza, fraude bancario y afiliación a un grupo criminal.

El modus operandi del grupo fue ingenioso: primero, atrajeron la atención de la víctima en una bulliciosa calle del centro. Una mujer, que aparentaba tener boletos ganadores de un sorteo, solicitó ayuda. En ese momento, un cómplice se ofreció a llevarlos a una oficina para verificar los cupones.

Una vez en la supuesta oficina, el hombre engañó a la víctima al insinuar la necesidad de proporcionar una cantidad de dinero en efectivo para compartir el premio. Fue así como la vecina entregó 1.000 euros después de hacer un retiro en un cajero cercano, creyendo que estaba haciendo un buen trato.

Sin embargo, el engaño no terminó ahí. Usando otra excusa, los estafadores convencieron a la víctima de comprar un bocadillo, y al regresar, se percataron de que habían desaparecido. Fue en ese momento que la afectada se dio cuenta de que le habían robado las llaves de su casa y su billetera con toda su documentación.

Con las llaves en su poder, los estafadores entraron en el hogar de la víctima, llevándose numerosas joyas de valor y utilizando su tarjeta bancaria para retirar 200 euros en un cajero. Posteriormente, intentaron realizar una compra en un establecimiento de Aranda de Duero por un monto de 1.249 euros, pero la transacción fue denegada.

Este clan familiar, que opera a nivel nacional, se especializa en este enfoque delictivo, trabajando de manera cohesiva y coordinada. Su captura subraya la importancia de mantener la alerta ante técnicas de estafa que, aunque sofisticadas, pueden ser desenmascaradas con una correcta atención y denuncia.