VALLADOLID, 6 Nov.
El entrenador del Club de Fútbol La Victoria de Valladolid, F.R.R, quien está siendo investigado por acoso sexual a varios jugadores, ha negado rotundamente estas acusaciones en su declaración de hoy ante el Juzgado de Instrucción número 1. Esta es la primera vez que el acusado habla públicamente sobre estas afirmaciones delictivas desde que salieron a la luz.
En su comparecencia como investigado, el exentrenador afirmó que mantenía una relación cercana tanto con uno de los jugadores, que era el capitán de un equipo cadete, como con su padre. Según explicó, cuando visitaron un local de su propiedad juntos, fue solo para recoger unos tornillos y el padre del menor estaba al tanto de esta visita.
En cuanto al otro menor, que tiene menos de 13 años y cuya familia ha presentado una denuncia particular, el acusado afirmó que la correspondencia de tipo sexual por WhatsApp era simplemente una forma de acercarse a él y tratar temas de interés para el menor. Según fuentes del caso, el entrenador indicó que quería entender por qué el niño parecía distraído y necesitaba saber qué le pasaba.
El acusado dejó en claro que nunca ha tenido ningún interés sexual en ninguno de los menores. Sin embargo, estas declaraciones tendrán que ser contrastadas con los testimonios de las dos supuestas víctimas programados para el próximo 13 de diciembre en el tribunal. Ambos menores están citados en momentos separados para ser entrevistados.
En julio, el juez revocó la imputación contra el entrenador de La Victoria después de que su abogado presentara un recurso de reforma, al cual también se adhirió el fiscal del caso. El juez dejó sin efecto el auto del 16 de junio que convertía el caso en un proceso abreviado, ya que consideraba necesario practicar nuevas pruebas, según argumentó la parte recurrente y el fiscal.
El acusado, de 55 años en ese momento, era el coordinador del equipo de Infantil de 3ª división en el que jugaba la víctima. Fue arrestado el 5 de enero después de que la madre del niño descubriera conversaciones de contenido sexual entre ellos a través de WhatsApp. La madre presentó una denuncia, lo que llevó al juez a dejar al entrenador en libertad bajo fianza con restricciones que le impiden acercarse al niño y a su familia, así como seguir entrenando.
En una de las conversaciones, el entrenador instó al menor a mentir a su madre para poder reunirse en su nave, que estaba acondicionada como área de ocio y donde pretendía enseñarle al niño a masturbarse.
La madre denunció los hechos a la Guardia Civil, y en el registro de la nave se incautaron varios objetos, entre ellos un teléfono que contenía miles de imágenes con desnudos, incluyendo algunas de contenido sexual. El caso fue llevado al Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid, que imputó al entrenador por delito de acoso sexual a menor de 16 años/corrupción de menores. Sin embargo, este auto fue posteriormente anulado.
Además, se descubrió que el entrenador también había mantenido conversaciones inapropiadas con otro menor que jugaba en el club. En uno de los mensajes, el entrenador invitó al niño a su nave, donde le ofreció jugar con la realidad virtual y frecuentar un restaurante de comida rápida cercano.
Según el juez, la intención del entrenador en ambos casos era concertar encuentros íntimos para satisfacer sus deseos sexuales.