BURGOS, 21 Nov.
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha expresado su pesar este martes en Burgos ante la focalización del Gobierno central en "revivir los acontecimientos traumáticos que vivió la sociedad española en el siglo XX". García-Gallardo sostiene que el Gobierno se apoya en "el odio de los secesionistas" y en partidos "que tienen las manos manchadas de sangre".
García-Gallardo hizo estas declaraciones momentos antes de la inauguración de la exposición 'Pegatinas del Odio' en el Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos, donde afirmó que su partido seguirá estando "muy cerca de las víctimas del terrorismo" ante el intento de "amnesia colectiva" por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Recordando que Castilla y León es la segunda comunidad autónoma más afectada por el terrorismo, el vicepresidente de la Junta destacó que 379 víctimas de ETA aún esperan un juicio justo. Por lo tanto, reclama una mayor protección, "memoria, dignidad y justicia".
Según García-Gallardo, las víctimas del terrorismo "ven con horror cómo el Gobierno central se vuelve a apoyar en los herederos de ETA y en quienes se sirvieron de los CDR para practicar el terrorismo callejero en Cataluña".
En este sentido, el vicepresidente resaltó la importancia de exposiciones como la que inaugura hoy, ya que recoge "600 pegatinas de las 60.000 que acumuló un coleccionista de Vitoria". Aseguró que son "más necesarias que nunca".
"Nosotros vamos a seguir muy atentos a todo lo relacionado con las víctimas del terrorismo y denunciando que el Gobierno central se apoya en ellos, no solo para las investiduras, sino también para aprobar los presupuestos generales del Estado y leyes tan importantes como la reforma laboral", concluyó García-Gallardo.
La exposición, organizada por la Fundación Víctimas del Terrorismo y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, con la colaboración de la Junta, exhibe más de 600 pegatinas pertenecientes a la colección personal de Fernando Iñigo Asturi, propietario de un fondo de más de 60.000 piezas que eran utilizadas como elemento propagandístico por grupos extremistas como ETA para difundir mensajes de odio.
La mayoría de las pegatinas expuestas en la muestra pertenecen a ETA y a su entorno. Además, se incluyen pegatinas de grupos anarquistas, alternativos y revolucionarios con mensajes de la extrema izquierda y la extrema derecha más violenta.