La devastadora quema de montes está generando una alarmante emisión de sustancias tóxicas, incluyendo hidrocarburos aromáticos policíclicos, conocidos por su potencial cancerígeno, que siguen sin ser contabilizados en las mediciones de calidad del aire.
VALLADOLID, 18 de agosto.
El reciente recrudecimiento de los incendios forestales, exacerbados por una intensa ola de calor, está elevando de manera crítica las concentraciones de partículas contaminantes, especialmente en regiones como Castilla y León, Galicia y el norte de Portugal, donde las comunidades están enfrentando un serio riesgo para la salud pública.
Durante la última semana, áreas como El Bierzo, León y varias localidades de Zamora, Lugo y Ourense han experimentado múltiples superaciones de los niveles de alerta establecidos para las partículas PM10 y PM2,5, superando los límites de 80 y 50 microgramos por metro cúbico, respectivamente. Este alarmante fenómeno ha llevado humo denso a ciudades aledañas, incluyendo Lugo, Ourense, Salamanca, Valladolid y Zamora, como señalan desde Ecologistas en Acción en un reciente comunicado difundido por Europa Press.
Mediciones de estaciones de monitoreo de calidad del aire en la región, tales como las de Cubillos del Sil, León y Oural, han estado registrando niveles preocupantes de contaminación, superando los umbrales de alerta debido a la incontrolada quema de biomasa forestal en la zona.
La estación urbana de Ponferrada ha reportado los peores niveles, alcanzando el pasado sábado concentraciones diarias de 251 microgramos por metro cúbico de PM10 y 224 de PM2,5, lo que triplica y cuadruplica los niveles de alerta establecidos. Asimismo, el día siguiente, la estación en Laza también reportó cifras alarmantes, con 227 y 203 microgramos por metro cúbico de PM10 y PM2,5, respectivamente.
Además de elevar las temperaturas, los incendios han desencadenado múltiples superaciones de los umbrales de ozono, un contaminante que ha superado el límite horario de 180 microgramos por metro cúbico desde el 13 de agosto, afectando estaciones en Carracedelo, Cubillos del Sil y O Saviñao.
Alertas sobre los efectos devastadores de estos incendios también consideran el impacto directo en la salud de cientos de miles de ciudadanos en Castilla y León y Galicia, quienes están expuestos a una calidad del aire cada vez más precaria. Además de las partículas y el ozono, la quema de montes está liberando hidrocarburos aromáticos policíclicos, una amenaza para la salud que aún no se está cuantificando adecuadamente.
Ante la superación de los niveles de alerta, Ecologistas en Acción hace un llamado urgente a las autoridades autonómicas para que implementen medidas excepcionales. Estas deberían incluir advertencias a la población sobre la necesidad de evitar actividades al aire libre, mientras que se requiere también una información más transparente sobre la evolución de la calidad del aire y las áreas afectadas.
No obstante, se critica que la Junta de Castilla y León no cuenta con un plan de acción a corto plazo para hacer frente a este tipo de crisis de calidad del aire, a pesar de las obligaciones legales que datan de hace más de dos años. Por su parte, aunque la Xunta de Galicia sí tiene un plan en marcha, Ecologistas en Acción sostiene que no ha activado las fases de emergencia necesarias, incumpliendo así su propia normativa y, por ende, afectando el derecho a la salud de la población.
Desde Ecologistas en Acción, se manifiesta solidaridad con quienes han sido afectados por los incendios y se exige a las autoridades que implementen medidas efectivas para informar y restringir las emisiones contaminantes provenientes del tráfico y la industria, con el objetivo de mitigar esta crisis de contaminación.
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