Rábano (Valladolid), 22 Ene.

El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha criticado duramente la gestión de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), a la que ha catalogado como "el peor del hortelano que ni hace ni deja hacer". Esto se debe a que las recientes crecidas de varios ríos han provocado inundaciones en localidades como Rábano, Fresno, Medina del Campo o Viana, debido a la falta de regularización de los caudales fluviales.

Estas declaraciones fueron realizadas durante la visita que Íscar realizó junto a la delegada de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso, al municipio de Rábano, donde el desbordamiento del río Duratón ha generado graves afectaciones en varias viviendas y ha obligado a la evacuación de diez vecinos.

"La falta de regularización en el caudal de los ríos provoca situaciones como las que estamos presenciando hoy en Rábano", afirmó Íscar, quien además hizo un llamado a realizar trabajos preventivos en los ríos que atraviesan la provincia, solicitud respaldada por todos los alcaldes. Aunque reconoce que no se trata de una solución mágica, considera que es imprescindible llevar a cabo estas tareas de prevención.

En ese sentido, el presidente de la Diputación de Valladolid considera que la región debe ser declarada zona catastrófica debido al elevado número de municipios afectados por las crecidas de los ríos. Además, hace hincapié en la importancia de aprovechar los Fondos Next Generation de la Unión Europea para mejorar los cauces fluviales, ya que las inundaciones no solo han afectado viviendas, sino también instalaciones municipales.

Conrado Íscar también ha destacado la necesidad de que todas las instituciones trabajen unidas para garantizar que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. Ha elogiado la colaboración entre la Junta, la Diputación y los ayuntamientos, y ha planteado la búsqueda de fórmulas para controlar el agua, un recurso tan escaso, y que pueda ser embalsado durante los inviernos para beneficio tanto de los municipios como del sector.

Asimismo, el presidente de la Diputación ha recalado la importancia de regular adecuadamente el caudal del agua, ya que varios alcaldes de los pueblos afectados han expresado su preocupación por la falta de aviso previo antes de soltar grandes cantidades de agua. También ha mencionado la deficiente conservación y mantenimiento de los ríos, una tarea que los ayuntamientos desean llevar a cabo pero que no les compete, pues la CHD parece ser incapaz de cumplir con su función.

Por su parte, el alcalde de Rábano, Juan García Benito, ha explicado que cuando el agua del río cruzó la carretera, se temió que el pueblo entero fuera inundado. Sin embargo, gracias al trabajo de los labradores, quienes utilizaron sus tractores junto con los vecinos, se logró evitar daños aún mayores.