BURGOS, 2 de julio. La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha destacado el impacto económico que se espera de la Dance World Cup (DWC), un evento que promete atraer a alrededor de 25.000 visitantes a la ciudad y generar unos 30 millones de euros en beneficios económicos. Este gran encuentro se llevará a cabo del 3 al 12 de julio, marcando un hito importante para la capital burgalesa en el calendario cultural del verano.

Ayala expresó su entusiasmo al confirmar que acoger este evento es un "privilegio absoluto" y un "desafío" para Burgos. La regidora enfatizó la relevancia de la DWC en el contexto de las aspiraciones de la ciudad como candidata a convertirse en Capital Europea de la Cultura.

En una rueda de prensa, Ayala estuvo acompañada por John Grimshaw, presidente de la DWC y organizador del evento, a quien dio una cálida bienvenida. Expresó su deseo de convertir a Burgos en "su hogar permanente", deseando que la Dance World Cup se establezca por muchos años en la ciudad.

Entre los participantes se cuentan cerca de 8.000 jóvenes bailarines que vendrán de 51 países, junto con entrenadores, familiares y profesionales del ámbito de la danza. La alcaldesa subrayó su deseo de prolongar "el romance con la danza" que ha comenzado Burgos.

Ayala también presentó un mural que será el emblema de la celebración de la DWC y mencionó el esfuerzo significante realizado por el equipo organizador, ya que anteriores ediciones se llevaron a cabo en capitales de otros países.

La inauguración oficial de la DWC tendrá lugar el viernes 4, comenzando con una concentración en la plaza de la Catedral a las 18:00 horas, seguida de un desfile por el centro histórico hacia el Fórum y la plaza de Santa Teresa.

La plaza de San Juan servirá como un punto de encuentro con espacios gastronómicos de las fiestas de San Pedro, garantizando que tanto los participantes como los asistentes tengan acceso a opciones de comida, una solicitud expresa de la organización.

A las 20:00 horas se realizará el evento institucional de apertura, después del cual habrá una fiesta abierta al público donde se espera una interacción amigable entre los visitantes y los burgaleses. La alcaldesa hizo un llamado a los residentes para que muestren su mejor hospitalidad, resaltando que esta es una ocasión única para que los forasteros se lleven un buen recuerdo de la ciudad.

Ayala pidió a los habitantes de Burgos que se conviertan en "embajadores" de la ciudad, con la esperanza de que quienes visiten en estos días se sientan inspirados a regresar en el futuro, como ocurrió con el director de la DWC, quien rememoró su infancia en Burgos y cómo esa experiencia le marcó para siempre.

Los eventos de la DWC tendrán lugar en varias locaciones, incluyendo el Fórum Evolución, el Teatro Principal y el colegio del Círculo. También se ofrecerán más de cien sesiones dirigidas por profesionales internacionales de la danza en la plaza de San Juan, destacando a figuras como Abby Lee Miller, Claudia Neto, Dein Baits e Ian Rafnik, coreógrafo de Taylor Swift.

Los ciudadanos de Burgos tendrán la oportunidad de asistir a las galas finales de este evento, que la alcaldesa describió como una "oportunidad histórica y estratégica" para la ciudad.

Por su parte, John Grimshaw, presidente de la DWC, expresó su felicidad al regresar a una ciudad que lo cautivó desde niño, aunque lo hizo en un momento difícil, ya que tuvo que ser internado por un mes en el hospital de Burgos debido a una enfermedad. Agradeció el excepcional trato que recibió durante su estancia y se mostró entusiasmado por volver a la ciudad en 2031 para celebrar la designación de Burgos como Capital Europea de la Cultura.