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La Guardia Civil de Burgos incauta 49 kg de tabaco ilegal.

La Guardia Civil de Burgos incauta 49 kg de tabaco ilegal.

BURGOS, 15 Sep. - La Guardia Civil de Burgos ha llevado a cabo una importante operación durante el último mes, confiscando más de 49 kilogramos de picadura de tabaco y realizando 17 denuncias correspondientes a envíos detectados entre particulares a través de agencias de paquetería.

Según fuentes del Instituto Armado, esta mercancía carecía de las debidas precintas oficiales y marcas fiscales, lo que supone un grave riesgo para la salud de los consumidores al desconocerse su origen y trazabilidad.

La Comandancia de la Guardia Civil de Burgos había recibido previamente informes sobre un creciente mercado negro de venta de tabaco, en concreto en formato de picadura, a través de agencias de paquetería.

Estos informes se vieron respaldados por las quejas recibidas por parte del sector del comercio tabaquero legítimo, que ha sufrido importantes pérdidas económicas debido a este tipo de transacciones fraudulentas.

El Destacamento Fiscal y Fronteras de la Comandancia de Burgos ha estado recopilando información e inspeccionando establecimientos de distribución de paquetería en la provincia durante las últimas semanas. Como resultado de estas investigaciones, se ha incautado un total de 49 kilogramos de tabaco en formato de picadura.

La mercancía se encontraba en paquetes de aproximadamente un kilogramo de peso, perfectamente empaquetados en bolsas de congelación y envasados al vacío. En todos los casos, carecían de las precintas oficiales y marcas fiscales, lo que va en contra de la Ley de Reprensión del Contrabando.

Como consecuencia de estos hechos, se ha confiscado la mercancía y se han levantado 22 actas denuncia dirigidas a la Agencia Estatal de Administración Tributaria y al Comisionado de Tabaco.

Es importante tener en cuenta que la hoja de tabaco pasa por un proceso de secado, desvenado y picado antes de ser consumido. Al desconocerse su procedencia y trazabilidad, existe un posible riesgo adicional para la salud, ya que en determinadas plantaciones de terceros países se utilizan pesticidas nocivos de manera incontrolada.

Este tipo de comercio paralelo no solo es un fraude, sino que también escapa al control de las autoridades sanitarias, lo que puede tener serias consecuencias negativas para el consumidor.

Esta forma de venta sin control viola los derechos de un sector que lleva a cabo su actividad de manera legítima y causa grandes pérdidas anuales a la industria tabaquera.

Para este tipo de infracciones, sin perjuicio de su posible consideración como delito, se imponen sanciones económicas que, en su grado mínimo, ascienden a 2.000 euros de multa.