VALLADOLID, 25 de octubre.
La osezna Alba ha dado un paso vital hacia su libertad, tras culminar un proceso de adaptación de tres meses en un centro de aclimatación especializado en osos pardos en Valsemana, León, gestionado por la Junta de Castilla y León.
La liberación de Alba fue el resultado de un esfuerzo conjunto entre expertos de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, y la Consejería de Medio Rural y Política Agraria del Principado de Asturias, que encontraron un hábitat adecuado para ella, con amplios recursos alimentarios y escasa población humana.
Alba, que estuvo en recuperación durante seis meses —primero en el centro de recuperación de fauna silvestre del Gobierno de Cantabria en Villaescusa y luego en el recinto en León—, ya ha desarrollado las habilidades necesarias para sobrevivir en su entorno natural.
El rescate tuvo lugar en Teverga el pasado abril, cuando los agentes del Medio Natural detectaron que la pequeña osezna no podía reunirse con su madre de manera segura.
Su descubrimiento es parte de un programa más amplio que monitorea las osas que tienen crías, según información proporcionada por el Gobierno autonómico.
Alba, que pesaba 2,1 kilos al ser rescatada, fue llevada primero a una clínica veterinaria en Oviedo, donde se determinó que no presentaba heridas ni problemas de salud, y posteriormente a Villaescusa para iniciar su recuperación.
Después de un tiempo de recuperación y aprendizaje, el 24 de julio, llegó al recinto en Valsemana, donde pasó tres meses aclimatándose y desarrollando sus instintos de supervivencia bajo la atenta vigilancia de cámaras de seguimiento.
Con la reciente liberación de Alba, ya son seis los oseznos que han sido preparados en este espacio desde su apertura en 2019, destinado a ofrecer un entorno de semilibertad antes de su reintegración a la naturaleza.
Los primeros en ser reintroducidos fueron Saba en 2019, seguido de Éndriga en 2020, y posteriormente Martín, Cova y Barniedo, quienes completaron su proceso en años recientes antes de que llegara Alba en julio.
La colaboración interautonómica que ha caracterizado este programa desde 2019 ha tenido frutos, como demuestra la confirmación de la reproducción de la osa Saba en el lado asturiano del Parque Nacional de los Picos de Europa el año pasado, lo que pone de manifiesto el compromiso colectivo de preservar y recuperar las poblaciones de oso pardo en la cordillera Cantábrica.
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