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La Santa Espina será sede del Observatorio de lo Invisible en julio, un proyecto que fusiona arte y espiritualidad.

La Santa Espina será sede del Observatorio de lo Invisible en julio, un proyecto que fusiona arte y espiritualidad.

El Monasterio de la Santa Espina (Valladolid) será el escenario de la cuarta edición del Observatorio de lo Invisible, una escuela de verano dedicada al arte y la espiritualidad. En esta ocasión, se espera la participación de unas 150 personas, donde se llevarán a cabo una serie de talleres enfocados en la relación entre el arte y lo sagrado.

Este evento, impulsado por la Fundación Vía del Arte, se traslada a La Santa Espina después de haberse realizado en el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe (Cáceres) en ediciones anteriores. Bajo el lema 'Fuente de agua viva', se busca explorar las conexiones que el arte contemporáneo tiene con lo sagrado y el arte sacro en todas sus formas, promoviendo un diálogo inclusivo e interconfesional.

El director de la Fundación Vía del Arte, Javier Viver, junto al arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, resaltaron la importancia de utilizar el arte sacro como vehículo para el entendimiento y la búsqueda espiritual. Se han programado diez talleres impartidos por reconocidos artistas en áreas como el comisariado, arte sonoro, fotografía, poesía, teatro, música clásica, escultura, performance, pintura y cine.

Estos talleres prácticos se complementarán con actividades interdisciplinares para crear obras en vivo. Además, la inscripción tiene un costo de 600 euros pero se ofrecen becas para cubrir parcial o totalmente el precio, con la expectativa de alcanzar los 150 participantes inscritos.

Viver mencionó que la intención de la Fundación Vía del Arte es realizar futuras ediciones en el Monasterio de La Santa Espina, después de que el Monasterio de Guadalupe se quedara pequeño para albergar a todos los participantes. Argüello destacó que promover iniciativas culturales como esta es parte de los objetivos del Arzobispado de Valladolid, con el fin de fomentar la búsqueda de belleza en un momento de incertidumbre.

En este contexto secularizado, el arte se presenta como una vía para conectar con aquellos que buscan respuestas y significados en la sociedad actual. El Observatorio de lo Invisible busca rescatar tesoros culturales y propiciar un diálogo enriquecedor con todos los interesados en explorar la espiritualidad a través del arte.

El director del Secretariado de Cultura del Arzobispado, Carlos Polanco, resaltó la importancia de estas iniciativas para conmover a las personas a través de la riqueza cultural y el patrimonio. Se espera que el Observatorio tenga un impacto significativo en la Archidiócesis de Valladolid, generando reflexiones y conexiones profundas a través del arte y la espiritualidad.