VALLADOLID, 16 de septiembre. Esta semana, un importante grupo de profesionales de la salud ha ocupado las afueras de diversos hospitales en Castilla y León, exigiendo la creación de un Estatuto Marco que verdaderamente respete sus derechos y en contra de la reciente Ley propuesta por el Ministerio de Sanidad, que consideran insuficiente y desactualizada.
Los sindicatos que han respaldado esta movilización, incluyendo a SATSE, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde, llevaron a cabo una lectura de un manifiesto en todas las capitales de provincia y en Ponferrada (León), bajo el lema 'Un estatuto para avanzar'.
Los manifestantes, equipados con banderas de sus respectivos sindicatos, sostenían carteles que expresaban sus demandas: “parcial y anticipada, jubilación sin discriminación", “sin negociación, habrá movilización” y “por un Estatuto Marco digno”, todo esto bajo una pancarta que reunía el espíritu de todas las concentraciones.
Inmaculada Izquierdo, secretaria provincial de SATSE en Valladolid, enfatizó que el propósito de estas manifestaciones es defender tanto la sanidad pública como los derechos laborales de los sanitarios, quienes han estado sosteniendo un sistema cada vez más sobrecargado, enfrentándose a condiciones laborales precarias y plantillas insuficientes. Izquierdo subrayó que la normativa actual está “anclada en un pasado lejano” y no refleja la realidad actual.
Henar Vaquero, de CCOO, también hizo hincapié en su rechazo a cualquier texto que no garantice sus derechos económicos y laborales. Aseguró que la reforma del Estatuto debe abarcar no solo las reivindicaciones de los trabajadores, sino que debe incluir un marco moderno que asegure condiciones laborales dignas. “No estamos pidiendo privilegios, sino derechos fundamentales”, agregó, resaltando que en las múltiples reuniones con el Ministerio han sido claros en sus demandas y que no darán un paso atrás.
Las exigencias de los profesionales son claras: abogan por una clasificación profesional que se ajuste a la realidad del trabajo que realizan, así como por una jubilación parcial que garantice un relevo generacional ordenado, teniendo en cuenta el alto desgaste físico y emocional que sufren en su labor, según explicó Mercedes Figueroa de UGT.
Además, piden que se regule su jornada laboral para que sea más saludable, que permita el descanso necesario y facilite la conciliación familiar y personal, así como protegerse del agotamiento profesional. A pesar de meses de negociaciones, han advertido que el Ministerio parece dispuesto a renunciar a los acuerdos previos y cerrar este proceso de manera insatisfactoria, lo que pone en peligro la creación de un Estatuto que realmente aborde los problemas del personal sanitario.
Ante este panorama, los sindicatos han reiterado su compromiso con el diálogo, insistiendo en la necesidad de que el Ministerio convoque una nueva mesa de negociación en la que se presenten propuestas que reflejen las preocupaciones de las comunidades autónomas y de los trabajadores.
Javier Hernando, de CSIF, urgió a los responsables del Ministerio y a los empleadores del sistema de salud a dejar de lado las excusas y centrarse en el bienestar de quienes mantienen el sistema de salud en pie. "No toleraremos negligencias en sus responsabilidades", subrayó.
Sigue adelante la lucha, afirman, tanto en las mesas de negociación como en la calle, convencidos de que este momento representa una oportunidad histórica para fortalecer sus derechos laborales.
La representante de SATSE concluyó que “el vaso está desbordado” y, en caso de ser necesario, están dispuestos a responder con una huelga que podría tener un impacto significativo, convocando a todos los profesionales de la salud a participar.
Las protestas han tenido lugar en todos los hospitales de las capitales de provincia, además de en Ponferrada. En Ávila, cerca de un centenar de personas se reunieron en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles para demandar la continuación de las negociaciones.
El Hospital Universitario de Burgos también recibió el apoyo de más de un centenar de personas, quienes manifestaron su descontento ante la percepción de que el Ministerio de Sanidad presenta “una ley incompleta e interesada” que ignora las necesidades de las plantillas.
En León, alrededor de 100 personas se agruparon en el Hospital de León, donde se destacó que las cuestiones laborales afectan a unos 10.000 profesionales de la región, según los sindicatos.
En Palencia, alrededor de 70 trabajadores del sector sanitario se concentraron en el Hospital Río Carrión, donde leyeron el manifiesto elaborado para la protesta nacional. En Salamanca, decenas de profesionales se unieron también a las concentraciones, exigiendo cinco pilares fundamentales para su Estatuto Marco: una nueva clasificación retributiva, jubilación parcial anticipada, 35 horas de trabajo, actualización de funciones y regulación de la jornada laboral.
En Segovia, unos 80 profesionales se reunieron en el Hospital General para expresar sus demandas y dar lectura al manifiesto que resume su postura. En Soria, casi 100 personas se congregaron a las puertas del Hospital Santa Bárbara para reclamar una nueva clasificación retributiva, jubilación anticipada y mejoras en las jornadas laborales.
Por último, en Zamora, alrededor de 50 trabajadores sanitarios se manifestaron en la entrada del Hospital Virgen de la Concha, coincidiendo con la tónica de estas protestas en todas las provincias de Castilla y León, y exigiendo que el Ministerio de Sanidad continúe las negociaciones para atender sus necesidades laborales.
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