El Ayuntamiento de Valladolid ha tomado la decisión de cerrar la circulación en los dos carriles exteriores del viaducto del Arco de Ladrillo como medida de emergencia. Esta acción se debe a la mala situación de la infraestructura, que requiere una intervención urgente para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez Alberca, ha informado que las obras tendrán un coste de 2 millones de euros y una duración estimada de 11 meses. Estas labores forman parte de un proyecto más amplio en el marco del Convenio de la SVAV para la integración ferroviaria, que contempla la creación de un paso subterráneo y la eliminación de la estructura superior del viaducto.

Desde este jueves por la noche, se instalarán señalizaciones informativas y se colocarán vallas provisionales para reducir la circulación a un único carril en cada sentido. Esta medida busca minimizar las molestias a los conductores mientras se realizan las labores de mejora en la infraestructura.