VALLADOLID, 24 de junio.

La Agencia de Protección Civil de la Junta de Castilla y León ha activado la alerta ante la inminente llegada de condiciones climáticas adversas, que incluirán tormentas y lluvias significativas, cuyo impacto dependerá de cómo evolucionen las circunstancias meteorológicas en las próximas horas.

Una DANA, o depresión aislada en niveles altos, se encuentra posicionada al oeste-suroeste de la península, lo que coloca a Castilla y León en su zona de mayor inestabilidad. Este fenómeno meteorológico se espera que cruce la Comunidad a lo largo del día, moviéndose de suroeste a noreste antes de salir al mar Cantábrico el miércoles, según han informado fuentes de la Administración regional.

Las previsiones indican que esta situación generará tormentas frecuentes, cuyas características serán variables, con una intensa actividad eléctrica y un riesgo notable de fuertes chaparrones, además de granizo y vientos muy intensos en algunos casos.

Durante la jornada, se anticipa el desarrollo de tormentas que podrían ser localmente intensas y organizadas, con un alto riesgo de granizo. Estas formaciones comenzarán en la zona oeste y se desplazarán a lo largo de gran parte de la meseta.

El miércoles, la probabilidad de tormentas persistirá, especialmente durante las primeras horas en el noreste, aunque no se descartan fenómenos aislados en otras áreas. Se espera que las tormentas se desplacen hacia el norte y el este, disminuyendo en frecuencia a medida que la DANA se retire de la Península Ibérica, según la Agencia.

Las zonas del Sistema Ibérico y la vertiente oriental de la Cordillera Cantábrica serán las más susceptibles a tormentas severas, que se propagarán rápidamente hacia el Cantábrico, el valle del Ebro y el suroeste de Francia.

Además, con la llegada de estas inclemencias y el aire frío asociado a la DANA, se prevé un alivio temporal en las temperaturas, moderándose el calor habitual de esta época del año.

La Agencia de Protección Civil aconseja a quienes estén considerando viajar que verifiquen previamente el estado de las carreteras a través de la Dirección General de Tráfico o la Junta, y recomienda llevar el tanque de combustible lleno, además de cadenas o neumáticos adecuados. También es esencial contar con un teléfono móvil cargado, ropa abrigada y provisiones suficientes de alimentos y bebidas.

Dada la situación, se desaconseja la realización de actividades al aire libre por los riesgos asociados, incluyendo la posibilidad de accidentes o de quedar aislados en áreas de difícil acceso, donde el rescate podría complicarse debido a las condiciones meteorológicas.

Las personas que residen o tienen propiedades cerca de ríos que estén experimentando crecidas significativas deben estar en alerta y, si es necesario, tomar medidas de autoprotección, como mover vehículos de zonas propensas a inundaciones.

En caso de emergencia, al llamar al servicio de urgencias 1-1-2, es crucial proporcionar información clara sobre la ubicación precisa de la persona que necesita asistencia, las características del terreno, cualquier dificultad de acceso y las condiciones meteorológicas actuales en la zona, así como el estado de la persona afectada.