VALLADOLID, 13 de mayo. El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha compartido este martes su anhelo de que la llegada del nuevo Papa, León XIV, sea un catalizador para un "verdadero despertar en las almas". Según Argüello, este evento no debe ser considerado como un mero momento emotivo, sino como una invitación a la unidad y la responsabilidad dentro de la comunidad eclesiástica.

Sus palabras fueron pronunciadas en la homilía durante la celebración de la festividad de San Pedro Regalado, el santo patrono de Valladolid, en una misa que tuvo lugar en la Catedral local. Este acto reunió tanto a miembros del ámbito religioso como a autoridades, incluyendo al alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y otros representantes del consistorio.

Durante su discurso, el arzobispo destacó la relevancia de este evento en la historia de la Iglesia, señalando que marca el inicio de una nueva etapa con la elección de León XIV como sucesor de Pedro, tras el fallecimiento del Papa Francisco. Argüello contextualizó esta elección en el tiempo pascual, considerándola un símbolo de "renovación, esperanza y continuidad".

Argüello enfatizó que la Iglesia ha dado la bienvenida a un nuevo líder espiritual, observando cómo, en las semanas recientes, el Espíritu ha seguido guiando a la comunidad de fe. Reiteró el papel central de Roma como una "comunidad cristiana en medio del poder del mundo", resaltando su conexión con el Señor que trasciende las debilidades humanas.

En su reflexión sobre la historia del Papado, el arzobispo reconoció las tensiones que han existido entre el liderazgo papal y el poder terrenal. "En ocasiones, la tiara del Papa ha intentado imponerse sobre la corona de los emperadores, y en otros momentos ha sucedido lo contrario. Sin embargo, el Espíritu siempre ha sustentado esta continua sucesión apostólica", expresó el prelado vallisoletano.

Asimismo, Argüello instó a la congregación a no ver el nombramiento del nuevo Pontífice como un simple espectáculo, sino como un ejemplo significativo de cómo ofrecer al mundo un testimonio que promueva la paz. Recordó que esta paz debe construir desde los hogares, las parroquias y las diversas instituciones.

Para concluir su homilía, el arzobispo dirigió un mensaje a los funcionarios presentes, animándolos a participar en un "diálogo respetuoso y de servicio a todos los ciudadanos". También mencionó el reciente acuerdo firmado entre el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Arzobispado para revitalizar la Catedral local.

Finalmente, Argüello subrayó la necesidad de "recuperar la forma originaria" y de "renovar y reformar desde el corazón de Cristo". "Estamos llamados a motivar y a regresar a una tradición viva, especialmente en este momento histórico que estamos viviendo", concluyó el arzobispo.