24h Castilla y León.

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Castilla y León alcanzará una cosecha histórica de 8,12 millones de toneladas.

Castilla y León alcanzará una cosecha histórica de 8,12 millones de toneladas.

La próxima campaña de cosecha de cereales de invierno en Castilla y León se presenta con expectativas optimistas, alcanzando un valor estimado de 1.535 millones de euros. Sin embargo, este crecimiento se ve ensombrecido por el impacto de precios bajos y los elevados costos de insumos, que afectan la rentabilidad de los agricultores.

Las proyecciones estiman que la producción de cereales de invierno llegará a 8,12 millones de toneladas para 2025, convirtiéndose en la segunda mayor cosecha en los últimos 15 años, solo superada por la de 2020, que alcanzó las 8,5 millones de toneladas. Esto refleja un esfuerzo notable por parte de los agricultores, quien enfrentan desafíos significativos en el camino.

Según se ha comunicado por la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, los rendimientos son alentadores, rondando los 4.480 kilos por hectárea, cifra muy cercana al récord alcanzado en 2020 de 4.524 kilos por hectárea. Estos datos sugieren una tendencia al alza en la producción agrícola de la región, a pesar de las dificultades persistentes en el mercado.

Con los precios actuales y las proyecciones de producción, el valor de la cosecha de cereales de invierno en la región muestra un incremento respecto al año anterior, donde se contabilizaron 1.300 millones de euros. Sin embargo, el reto de los precios bajos y el encarecimiento de insumos sigue presentando un desafío considerable para los productores.

A medida que la cosecha avanza, se espera su culminación para septiembre, cuando se podrá apreciar el impacto real de la campaña. La consejera ha subrayado la posibilidad de que se alcancen “rendimientos históricos” este año, estimando un crecimiento del 9% respecto a la campaña anterior y una notable diferencia del 36% en comparación con la última década, lo que clasifica a la cosecha de este año como "excelente".

Los cultivos específicos apuntan a rendimientos previstos de 4.550 kilos por hectárea para trigo y 4.770 kilos para cebada, mientras que otros como la avena podrían promediar 3.460 kilos por hectárea, el triticale 3.700 kilos y el centeno 2.900 kilos. Curiosamente, este año el trigo no superará a la cebada, lo cual es inusual; esto se atribuye a las altas temperaturas de junio que afectaron negativamente la fase crucial de llenado del grano.

El impacto del clima ha sido notable, especialmente en Soria, que es conocida por ser una de las provincias con cosechas más tardías. A pesar de ello, las condiciones meteorológicas han sido favorables para el desarrollo de los cultivos, gracias a una alta pluviometría durante el ciclo de crecimiento.

En términos de rendimiento, la mayoría de las provincias han registrado un aumento en comparación con el año anterior, salvo Burgos y León, que mantienen cifras sólidas. Destaca Avila, con una mejora impresionante del 77%, logrando 3.300 kilos por hectárea. Burgos lidera en rendimiento con 5.180 kilos por hectárea, posiblemente repitiendo la excelente cosecha de 2024.

Valladolid y Palencia también se destacan con rendimientos que superan la media regional, mientras que otras provincias presentan cifras más modestas. En general, se espera que la producción total de cereales de invierno aumente un 22% en comparación con 2024 y un 36% en relación con la última década.

La composición de la producción revela que Burgos representa la mayor cantidad de cereales de invierno estimada en 1,88 millones de toneladas, seguido por Valladolid y Palencia, que juntas generan más del 60% del total regional. Otras provincias, aunque con cifras menores, también contribuyen significativamente al total.

Aun así, la consejera ha enfatizado la incertidumbre que conllevan los fenómenos meteorológicos que podrían afectar la cosecha final de 2025, reiterando la importancia de estar alerta a los cambios en las condiciones climáticas.

Además, María González Corral ha subrayado que Castilla y León es responsable del 53% de la producción española de trigo blando, así como del 39% de cebada, con cifras que demuestran la importancia de esta región en la agricultura nacional. Otros cultivos, como la avena, centeno y triticale, complementan la cosecha total, aunque en menores cantidades.

A pesar de las proyecciones positivas, la consejera ha admitido que las expectativas de producción en España y la UE no se traducirán necesariamente en rentabilidad para los agricultores, debido a la persistencia de precios bajos y costos elevados. La situación geopolítica actual también ha creado una presión adicional sobre las cotizaciones, lo que ha llevado a una reducción notable en los precios del trigo y la cebada en comparación con el año anterior.

Finalmente, González Corral ha resaltado el compromiso de la Junta de Castilla y León para fortalecer la competitividad del sector agrícola, a través de inversiones en mejora de infraestructuras y en prácticas de agricultura de alta precisión y digitalización, con el fin de garantizar un futuro más sostenible y eficiente para el agro de la región. “Estamos trabajando hacia una cadena agroalimentaria más justa y equilibrada”, concluyó la consejera.