La Fundación Franz Weber ha acusado a la Junta de Castilla y León de promover una nueva estrategia para financiar eventos taurinos, esta vez a través de las denominadas "clases prácticas donde menores de edad aprenden a maltratar bóvidos con público asistente". Según denuncia el colectivo, estas actividades no están reguladas por el reglamento taurino convencional, sino que se consideran actos formativos a los que se puede acceder de forma gratuita, nunca pagando entrada, y donde jóvenes de 14 años pueden ejercer de toreros con animales muy jóvenes.

El pasado martes 29, la Junta de Castilla y León promovió esta actividad, alegando que es una forma de formación para los jóvenes interesados en la tauromaquia. Sin embargo, la Fundación Franz Weber destaca que esta iniciativa se produce después de que el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas haya publicado una guía orientativa sobre la protección de la infancia y la exposición a la violencia contra los animales, que se puede aplicar perfectamente a las escuelas taurinas y la tauromaquia en general.

En 2018, durante la evaluación de España, el Comité de los Derechos del Niño ya había solicitado al Gobierno que alejara a los menores de este entramado taurino, tanto como espectadores como en participación directa, sin embargo, esta recomendación ha sido ignorada por el Gobierno hasta ahora.

Los naturalistas señalan que este respaldo institucional busca mantener artificialmente las estructuras de las escuelas taurinas, aunque estas cuenten con un número insignificante de estudiantes. Por ejemplo, mencionan el caso de Palencia, donde tan solo 24 jóvenes participan en estas actividades taurinas, mientras que la ciudad cuenta con más de 7,700 habitantes empadronados.

La Fundación Franz Weber destaca que solo con la ayuda pública se pueden mantener estos centros de aprendizaje que promueven el maltrato y la violencia hacia los animales. Además, critican que desde los 8 años, como ocurre en la ciudad de Salamanca, las familias inscriben a sus hijos en estas actividades, recibiendo un modelo pseudoeducativo sin ninguna homologación ni futuro.