VALLADOLID, 27 de agosto.

Desde el 18 de julio hasta el 26 de agosto, Castilla y León ha sido devastada por grandes incendios forestales, alcanzando una asombrosa cifra de más de 140.000 hectáreas en llamas. Estos incendios, que superan las 500 hectáreas, han dejado una marca significativa en la región.

De esta aterradora cifra, 652 hectáreas corresponden a terrenos artificiales, como áreas urbanas y diversas infraestructuras. Por otro lado, 11.187 hectáreas se han visto afectadas en tierras agrícolas, mientras que las áreas de matorral han sufrido una pérdida de 60.739 hectáreas. Asimismo, el pastizal, el arbolado ralo y las zonas arboladas han reportado pérdidas de 9.446, 15.674 y 43.433 hectáreas, respectivamente, de acuerdo con datos proporcionados por la Consejería de Medio Ambiente.

El gobierno autonómico ha enfatizado que esta información se ha recopilado a través de tecnología satelital, utilizando el sistema Copernicus de la Unión Europea, junto con el Sistema de Información Geográfica del Medio Natural de Castilla y León y el Mapa Forestal Español.

Sin embargo, se ha indicado que estos números son preliminares, y que el verdadero impacto será evidente solo cuando se realicen recorridos a pie por las zonas afectadas, para evaluar detalladamente el perímetro de los incendios y detectar áreas que no fueron consumidas por las llamas.