
ZAMORA, 20 Oct.
Correos ha emitido hoy un sello que rinde homenaje a la pedagoga zamorana Justa Freire, una mujer adelantada a su tiempo y una figura destacada en la evolución del sistema educativo de nuestro país. A pesar de su importancia, Justa Freire es desconocida para la mayoría de los ciudadanos. Nacida en Moraleja del Vino (Zamora) en 1896, estudió magisterio en la Escuela Normal de Zamora.
Después de conseguir una plaza como maestra nacional en Madrid, trabajó en un pueblo de Ávila antes de regresar a la capital y obtener un puesto en el Grupo Escolar Cervantes, un centro muy vinculado a la Institución Libre de Enseñanza. Allí se encargó de la educación de los niños del barrio de Cuatro Caminos, además de asumir responsabilidades en el cuidado del hogar, el comedor y la acogida de nuevos estudiantes.
Posteriormente, Freire se graduó en la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio, lo cual le permitió formar a otros maestros y viajar por Europa gracias a una beca, donde continuó su formación.
En 1933, Justa Freire se convirtió en una de las primeras mujeres en dirigir un centro escolar. Fue en el Grupo Escolar Alfredo Calderón, donde implementó algunas de las metodologías innovadoras que había aprendido en el Grupo Escolar Cervantes y durante sus viajes por Europa. Sin embargo, durante la guerra, su centro escolar fue cerrado por orden, forzando a Freire a trasladarse a Valencia junto con sus alumnos.
Allí, junto con otros pedagogos, organizó, a petición del Gobierno, las Comunidades Familiares de Educación. En estas comunidades, alumnos y profesores convivían como una gran familia, lo cual ayudaba a los niños a sobrellevar la guerra y estar lejos de sus familias.
Gracias a su destacado trabajo, Freire fue ascendida rápidamente. El Gobierno de la República la nombró Delegada Regional de la Infancia Evacuada y, posteriormente, Delegada Nacional.
A pesar de su encarcelamiento después del final de la guerra, Freire nunca dejó de enseñar. Mientras estaba en la cárcel de mujeres de Ventas, ella y otras maestras se encargaron de una escuela para adultos donde impartieron clases a las reclusas, incluyendo a algunas de las jóvenes conocidas posteriormente como las Trece Rosas.
En 1941, Freire fue liberada de la cárcel y años después comenzó a trabajar como secretaria en el Colegio Británico. Sin embargo, su deseo de volver a ser maestra nunca desapareció.
En 1952, solicitó reintegrarse al cuerpo de maestros y, aunque finalmente se le permitió en 1953, perdió su antigüedad y se le prohibió ejercer en Madrid. Como resultado, en 1954, se trasladó a ejercer en Manresa.
En sus últimos años, Freire logró regresar al Colegio Británico para enseñar y colaboró con la revista El Magisterio Español. Falleció en Madrid en 1965, a la edad de 69 años. A lo largo de su vida, nunca abandonó su labor como pedagoga ni dejó de escribir sobre la profesión a la que dedicó su vida.
El sello dedicado a Justa Freire se suma a los sellos dedicados a Clara Campoamor, Isabel Zendal, Almudena Grandes, Dolors Aleu, Concepción Arenal, Elidà Amigó, María Blanchard, Luisa Roldán (La Roldana), Maruja Mallo, María de Maeztu, Elena Fortún y Lucía Sánchez Saornil. Estos sellos forman parte de la colección #8MTodoElAño y han sido diseñados por la artista española Isa Muguruza, quien es capaz de crear un universo único que empodera a través del arte la figura de la mujer, representando la energía y el cuerpo femenino con un estilo que combina realismo, psicodelia y lo metafísico.
El sello dedicado a Justa Freire se puede adquirir en las oficinas de Correos, a través de Correos Market, contactando con el Servicio Filatélico en el e-mail [email protected], o llamando al 915 197 197.
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