Mañueco y Rueda piden inversión en infraestructuras y una financiación equitativa para abordar las desigualdades.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y su homólogo gallego, Alfonso Rueda, han subrayado la importancia de establecer un modelo de financiación que sea "solidario" y que contemple inversiones en infraestructuras, con el objetivo de abordar las desigualdades existentes entre territorios. Esta declaración se produjo durante su participación en el Foro Ancares, que tuvo lugar en Ponferrada, León.
Ambos mandatarios autonómicos se reunieron este martes en un foro enfocado en la identificación de desafíos comunes que enfrentan el noroeste de España y las comunidades autónomas de Galicia y Castilla y León. Este espacio de diálogo ha sido promovido por el Diario de León y El Progreso, como parte de un esfuerzo más amplio para buscar soluciones a problemáticas que afectan a áreas que tienen las montañas de los Ancares como marco geográfico.
El evento fue moderado por Joaquín S. Torné, director del Diario de León, y Alfonso Riveiro, director de El Progreso. Entre los asistentes también se contaron el alcalde de Ponferrada, Marco Morala, y Pablo Junceda, director general adjunto del Banco Sabadell, quienes aportaron sus visiones sobre la situación actual y las necesidades del noroeste español.
Alfonso Rueda enfatizó la necesidad de que el sistema de financiación autonómica se base en "una solidaridad básica", lo cual permitiría que Galicia y Castilla y León puedan ofrecer servicios públicos equivalentes a los de otras regiones de España, subrayando así la necesidad de equidad en la distribución de recursos.
Por su parte, Fernández Mañueco insistió en que el Gobierno debe tener en cuenta a todos los territorios sin excepciones, argumentando que "no puede existir una España hemipléjica con dos velocidades", donde una parte del país avanza rápidamente mientras otra se ve relegada a un desarrollo más lento. Este comentario pone de relieve la urgencia de abordar las disparidades regionales que afectan a muchos ciudadanos.
El presidente de la Junta añadió que la "paciencia" no debe confundirse con la pasividad, haciendo referencia a las inversiones necesarias en infraestructuras que deberían ser priorizadas por la administración central. La frustración fue palpable al mencionar la situación del viaducto de Castro en León, una vital conexión entre Galicia y la meseta que necesita atención inmediata.
Rueda artículó su preocupación de manera irónica, señalando que si el viaducto que une Galicia con Castilla y León hubiera colapsado, parece que habría mayor urgencia para repararlo, insinuando que el problema perdería relevancia si se tratara de una conexión en otras comunidades autónomas. Este comentario resuena con el sentir de muchos en la región que perciben una falta de atención gubernamental hacia sus necesidades.
En relación con el reciente derrumbe en la AP-66, que ha dificultado el tráfico entre León y Asturias, Fernández Mañueco recordó que la Junta ofreció su colaboración al Gobierno central para acelerar las labores de limpieza, pero que les fue indicado que contaban con los recursos necesarios para actuar de manera rápida. Esta situación pone de relieve las tensiones entre las administraciones ante emergencias en infraestructura.
Además, Fernández Mañueco hizo hincapié en la necesidad de que proyectos de conexión viaria en la comunidad, como las rutas Ponferrada-Orense y León-Valladolid, se conviertan en "realidades definitivas", enfatizando que estas inversiones son cruciales para el desarrollo de la región.
Asimismo, Rueda defendió la importancia del Corredor Mediterráneo, condicionándolo al avance igualmente del Corredor Atlántico, advirtiendo que de no ser así, se corre el riesgo de perpetuar una "España desequilibrada de múltiples velocidades", una situación que consideran insostenible.
El liderazgo gallego pidió que se tomen en serio los proyectos de infraestructura, recordando una reunión que tuvo lugar en Santiago de Compostela hace dos años sobre el Corredor Atlántico en la que, a pesar de la promesa de avances, hasta ahora no se ha concretado ninguna acción significativa.
Entre sus llamados, el presidente de la Junta incluyó el desarrollo del nudo ferroviario del Manzanal y la Ruta de la Plata, proyectos que describió como "imprescindibles" y por los cuales solicitó un compromiso verdadero y sostenido por parte de las autoridades pertinentes.
Fernández Mañueco concluyó su intervención subrayando que si el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, estuviera presente en este foro, compartiría la demanda de inversiones que ha planteado el partido popular, evidenciando así que las necesidades en materia de infraestructura trascienden las fronteras políticas y son cuestión de interés general.
Finalmente, expresó la urgencia de contar con un compromiso claro del Gobierno de España para avanzar en el desarrollo de autovías y ferrocarriles en el noroeste del país, afirmándolo como un requisito "imprescindible e irrenunciable" para el futuro de la región.
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