VALLADOLID, 6 de noviembre. Hoy, la Audiencia de Valladolid ha anunciado su veredicto en el caso de A.P., un hombre que enfrentó acusaciones por insultos racistas dirigidos a una camarera en una sidrería de la capital. La fiscalía había sostenido que el acusado había proferido expresiones despectivas, incluyendo "puta negra", tras quejarse de la demora en recibir un plato de zamburiñas que había solicitado.

A pesar de la petición de la Fiscalía de imponer una sentencia de un año y tres meses de cárcel por un delito de lesión de la dignidad, el tribunal ha decidido absolver a A.P. Al analizar las pruebas, el juez determinó que "no queda acreditado que fuera el autor de estas expresiones." Fuentes del tribunal explicaron que las afirmaciones de la denunciante carecían de respaldo probatorio suficiente, ya que no había testigos que corroboraran su relato, a pesar de que sucedió en un espacio concurrido.

El fallo judicial también destacó que el informe policial no contenía referencias a los insultos que la camarera alegó haber recibido, lo cual debilita su versión de los hechos. La fiscala argumentaba que sí había indicios suficientes para considerar culpable al acusado, quien negó las acusaciones y afirmó que solo había calificado a la camarera de "maleducada". Además, se menciona que la denunciante, cuatro semanas después del incidente, retiró los cargos de lesiones contra el acusado y otros involucrados que también resultaron heridos en la misma riña.

El suceso tuvo lugar en la sidrería ‘Los Guajes’ el 5 de junio de 2022. Según el relato de A.P., él y su grupo estaban esperando sus pedidos y, ante la espera, se levantó para preguntar a la camarera sobre el estado de la comida. Fue entonces cuando, según su versión, la camarera lo acusó de intentar hacerse con una ración gratuita al sostener que ya le había entregado el pedido, lo que motivó a A.P. a solicitar una hoja de reclamación.

El acusado relató que, tras solicitar la hoja, negó haber hecho ningún comentario racista y que solo se refirió a la camarera empleando el término "maleducada". Después de rellenar la reclamación y recibir parte del dinero de vuelta, la situación se tornó caótica al llegar el encargado del local, lo que desembocó en una pelea que dejó a varios con lesiones leves.

El testimonio de A.P. fue respaldado por su esposa y amigos presentes, quienes aportaron su versión como testigos. En contraposición, la camarera K.I.N.B. junto al encargado y el cocinero afirmaron que recibió insultos racistas por parte de A.P. y sus acompañantes, recordando en detalle lo ocurrido, incluyendo frases insultantes y un ambiente de hostilidad que, según señaló, provocó un impacto profundo en su salud mental.

La camarera expresó que su vida se ha visto afectada por este incidente, ya que ha requerido tratamiento médico tras experimentar un bloqueo mental y ansiedad a raíz de los insultos. A pesar de que la acusación había presentado un caso claro de racismo y abuso verbal, la defensa del acusado abogó por su absolución, defendiendo que no se había probado la veracidad de las acusaciones y que, en caso contrario, solicitaban la aplicación de atenuantes debido a dilaciones indebidas en el proceso.