
VALLADOLID, 25 de abril. – La Diputación de Valladolid ha decidido aumentar su presupuesto para el Plan de Vivienda, alcanzando un total de 3,1 millones de euros. Este cambio responde a la necesidad urgente de abordar el desafío de la despoblación en la provincia, implementando dos líneas de apoyo específicas tanto para Ayuntamientos como para particulares, que fomentan el alquiler, la adquisición de terrenos para la construcción de viviendas sociales y la rehabilitación de inmuebles existentes.
En una reciente presentación, el presidente de la Diputación, Conrado Íscar, destacó la importancia de esta iniciativa, diseñada para hacerse eco de la situación actual en el medio rural. Íscar señaló que, a pesar de la tendencia de vaciamiento de muchas aldeas, todavía hay personas interesadas en establecerse en estos lugares, pero lamentablemente carecen de opciones de vivienda adecuadas.
El aumento de recursos financió este ambicioso plan, que pasó de 1,3 millones en la convocatoria anterior a los actuales 3,1 millones. Íscar atribuyó esta expansión al sólido estado financiero de la institución, ya que se había comenzado con 1,4 millones y se agregó 1,7 millones provenientes del superávit de 2024.
El Plan de Vivienda 2025 comprende dos áreas de acción, así como diversas oportunidades para individuos que deseen mudarse a pueblos de Valladolid. La primera de ellas es el programa de Vivienda Joven, cuyo financiamiento se incrementará a 600.000 euros, superando los 491.000 euros asignados en 2024.
Estos fondos estarán destinados a facilitar el acceso a la vivienda para jóvenes a través de cuatro tipos de ayudas, como la financiación de proyectos de rehabilitación o construcción, apoyos para hipotecas de viviendas en localidades de menos de 20.000 habitantes, subvenciones para el alquiler, y ayudas para mejoras en inmuebles que no requieran proyectos específicos.
Una de las características más destacadas de este programa es el aumento en las cantidades de las ayudas, que podrán llegar hasta los 4.000 euros. También se introducirán incentivos para la instalación de energías renovables en las viviendas, según lo explicado por Íscar.
Asimismo, se han aumentado las ayudas para la rehabilitación de inmuebles rurales, que ahora suman 350.000 euros, un aumento respecto a los 300.000 euros del año anterior. Esta línea de financiación tiene como objetivo mejorar las condiciones de las viviendas rurales existentes y adaptarlas a las necesidades actuales, promoviendo así el alquiler social y la mejora de la calidad de vida en el medio rural.
Se mantienen, además, las ayudas dirigidas a personas mayores de 37 años que requieran soporte para acceder al alquiler en la provincia. Esta línea se ha duplicado, alcanzando un presupuesto de 100.000 euros. Cada solicitante podrá recibir hasta 4.000 euros, dependiendo de la localidad.
El mayor porcentaje del presupuesto va destinado a los ayuntamientos, que contarán con una inversión de 2.006.000 euros, lo que representa un notable aumento en comparación con los 515.000 euros de 2024.
Este apoyo se desglosa en cuatro líneas. La primera, la 'línea A', se dedica a la compra de viviendas para destinarlas al alquiler, con un presupuesto de 515.000 euros. Cada municipio podrá recibir hasta 25.000 euros por vivienda, siendo esta la única línea que continua de años anteriores.
La 'línea B', nueva este año, se orienta a la construcción de viviendas por parte de los ayuntamientos con un total de 791.000 euros. Cada proyecto puede recibir hasta 150.000 euros de subvención. La 'línea C' se centra en las reformas de viviendas municipales destinadas al alquiler y contará con 300.000 euros, con una ayuda máxima de 40.000 euros por municipio.
Por último, la 'línea D' permitirá la compra de parcelas o la urbanización de terrenos para edificar viviendas, con una asignación de 400.000 euros y la posibilidad de que cada proyecto reciba hasta 60.000 euros.
Un aspecto clave de estas iniciativas es la creación del Plan de Fomento de Tierra de Campos, que asegura que el 50% de los recursos se destinen a los municipios de esta comarca. Si este presupuesto no se utiliza completamente, los fondos restantes serán redistribuidos entre otros municipios.
Además, se extenderán los plazos para ejecutar las ayudas, llegando hasta 40 meses desde la notificación de la resolución. Íscar explicó que en ocasiones, la burocracia dificultaba la finalización de los proyectos a tiempo.
Finalmente, el Plan Provincial de Vivienda también incluye el Programa Rehabitare, resultado de un acuerdo entre la Diputación de Valladolid y la Junta de Castilla y León. Se destinarán 832.000 euros para rehabilitar viviendas de propiedad municipal en los próximos cuatro años, divididos equitativamente entre ambas administraciones.
“Es insostenible atraer a nuevas familias a nuestras localidades sin un parque inmobiliario que se ajuste a sus necesidades. Por eso hoy lanzamos un ambicioso Plan de Vivienda, que busca ofrecer las ayudas económicas necesarias tanto a familias como a municipios, para incrementar la disponibilidad de viviendas en nuestros pueblos y facilitar así un hogar a quienes desean establecerse en el medio rural”, concluyó Íscar.
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