
VALLADOLID, 7 de enero.
La situación de la reserva hídrica en la cuenca del Duero ha mostrado un leve descenso, alcanzando un 63,9% de su capacidad total, lo que se traduce en un volumen de agua de 26 hectómetros cúbicos (hm3) menos en comparación con la semana anterior. Esta información ha sido publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), destacando la importancia de monitorear las reservas en un contexto de creciente preocupación sobre el cambio climático y la gestión sostenible de los recursos hídricos.
Los datos, tal como señala Europa Press, indican que a fecha de hoy, 7 de enero, los embalses del Duero cuentan con un total de 4.858 hm3 de agua, dentro de una capacidad total que asciende a 7.602 hm3. A pesar de la disminución semanal, es significativo mencionar que las reservas actuales superan en 580 hm3 el promedio histórico de la última década para esta misma época del año, que se sitúa en 4.278 hm3, y también son 382 hm3 más que el volumen registrado en el mismo periodo del año pasado.
A nivel nacional, la situación es algo más preocupante, con la reserva hídrica en España manteniéndose en un 51,7% de su total, lo que equivale a 28.953 hm3. A nivel intersemanal, estos volúmenes apenas han sufrido cambios, con una disminución de solo 20 hm3, lo que refleja la estabilidad en el suministro de agua en las últimas semanas. El almacenamiento en la cuenca del Segura, por su parte, se mantiene particularmente bajo, alcanzando apenas el 21,3% de su capacidad.
Analizando los datos regionales, la vertiente atlántica está un poco por debajo al 49% y la mediterránea presenta un 59,7%. Las recientes precipitaciones han tenido un impacto notable en la vertiente atlántica, especialmente en Vigo, donde se registraron 71,5 litros por metro cuadrado (l/m2), comportamiento que subraya la variabilidad climática que enfrentamos y la necesidad de una gestión adecuada del agua.
Entre las cuencas que muestran niveles saludables, el Cantábrico Oriental lidera con un 83,6% de capacidad; le siguen el Occidental con 64,3%, el Miño-Sil con 53,6%, y la costa gallega, que se encuentra al 82,3%. También destacan las cuencas internas del País Vasco que alcanzan un 95,2%. En contraposición, cuencas como el Guadiana, Guadalete-Barbate y Guadalquivir se encuentran por debajo del 50%, con valores alarmantes de 41,2%, 28,3% y 35,2%, respectivamente, lo que plantea retos significativos para la sostenibilidad hídrica en estas áreas.
En resumen, a medida que las condiciones climáticas continúan fluctuando, la importancia de una gestión adecuada y equitativa de los recursos hídricos se vuelve esencial. Tanto las figuras institucionales como la ciudadanía deben unirse para abordar los desafíos presentados por el cambio ambiental y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
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