
El Obispado de Segovia ha emitido una declaración que ha suscitado un intenso debate social y político, en la que se defiende la decisión de un párroco de negar la comunión a personas homosexuales, incluyendo al alcalde de Torrecaballeros, Rubén García de Andrés. Según el Obispado, esta acción se enmarca dentro de la aplicación de la "normativa de la Iglesia universal", que establece criterios específicos sobre quiénes pueden recibir la Sagrada Comunión en función de su situación conyugal, independientemente de su orientación sexual.
En el comunicado, el Obispado enfatiza que la negativa a la comunión no es un acto de homofobia ni de discriminación, sino una medida de protección del carácter sagrado de la Eucaristía. Esta postura surge tras la queja del alcalde, quien denunció que la negativa a recibir la comunión fue motivada por su "condición sexual" y su elección de vivir en pareja. El Obispado asegura que esta medida se aplica de igual manera a parejas heterosexuales que también viven en convivencia sin matrimonio.
El PSOE de Segovia ha reaccionado a la situación solicitando al Obispado que termine con cualquier forma de discriminación en su seno, a lo que la Diócesis ha respondido con firmeza, tildando las acusaciones de "juicio difamatorio" y un "atentado contra la libertad religiosa". Según la Diócesis, la decisión del párroco se basó en su deber ministerial de observar la normativa eclesiástica que guía la recepción del sacramento de la comunión.
El Obispado subraya que para poder recibir la Eucaristía, todos los católicos, sin distinción de orientación sexual, deben cumplir con ciertas condiciones éticas y morales. Se argumenta que la Iglesia tiene la autoridad de negar la comunión cuando se dan situaciones que podrían provocar escándalo entre los fieles, como ha sido el caso en Segovia. Se cita el Código de Derecho Canónico, que establece que las circunstancias deben ser consideradas cuidadosamente para mantener el respeto y la integridad de la comunidad católica.
En este sentido, el Obispado respalda que insinuar que la Iglesia segoviana actúa con homofobia por "proteger el carácter sagrado de la Eucaristía" es un reproche inaceptable. Además, enfatiza que la negación de la comunión no implica la exclusión de los fieles del ámbito eclesial ni de la práctica comunitaria, ya que la Iglesia invita a todos, aun a aquellos que no pueden recibir la comunión, a participar activamente en la vida eclesial.
Por otro lado, el Obispado asegura que existe un amplio marco de documentos del magisterio que defiende el respeto hacia las personas homosexuales, reafirmando que son miembros de la Iglesia. Sin embargo, se aclara que dicho respeto no significa que estén exentos de seguir las normas aplicables a todos los fieles, particularmente en lo que concierne a la Eucaristía.
Finalmente, el Obispado de Segovia ha instado al PSOE de Segovia a que se “retracte” de sus afirmaciones sobre discriminación por orientación sexual en el ámbito de la Iglesia diocesana. La Diócesis cree que tales declaraciones se han hecho sin un conocimiento exacto de los hechos y se basan en motivaciones ideológicas que se encuentran en conflicto con las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre este tema.
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