VALLADOLID, 14 de agosto.
La tragedia ha golpeado nuevamente a la comunidad leonesa con la muerte de un joven de 37 años que se encontraba en estado crítico tras sufrir graves quemaduras en un incendio forestal. Jaime Aparicio, originario de Quintanilla de Flórez, fue uno de los heridos evacuados al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, donde lamentablemente no logró sobrevivir.
El fatal incidente tuvo lugar el pasado martes, cuando Aparicio y otro joven, Abel Ramos, de 35 años y residente de La Bañeza, intentaban controlar un incendio que se había desatado en su región, originándose en la localidad zamorana de Molezuelas. Ambos se encontraron en una situación desesperada al tratar de combatir las llamas y ayudar a quienes lo necesitaban.
Con el fallecimiento de Aparicio, ya son dos las víctimas mortales que han perdido la vida en el contexto de estos devastadores incendios que afectan a León. El primero fue Abel Ramos, vicepresidente del Moto Club Bañezano, quien también sufrió heridas fatales mientras colaboraba en enfrentarse al fuego en la misma zona.
La situación de otros heridos sigue siendo alarmante. En total, seis personas han sido atendidas en diferentes centros de salud de la comunidad debido a las lesiones provocadas por el fuego. En el Hospital Universitario Río Hortega, cinco de estos pacientes continúan recibiendo atención médica. Entre ellos se encuentran tres personas en la Unidad de Quemados, donde su estado es crítico: una mujer de 56 años con quemaduras que afectan al 48% de su piel, un hombre de 36 años con el 50% de su cuerpo comprometido y otro de 64 años con el 35% afectado, todos provenientes de Zamora.
Por otro lado, dos pacientes más están en la Unidad de Cuidados Intensivos; uno de ellos, un varón de 80 años, presenta un 15% de su cuerpo quemado y su situación es crítica, mientras que una mujer de 77 años cuenta con un 10% de quemaduras y su pronóstico es grave. Asimismo, un hombre de 78 años que se encontraba en el Complejo Asistencial Universitario de León, con un 17% de su cuerpo quemado, fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario de Getafe el día de ayer.
Este trágico suceso pone de manifiesto la urgencia de una mayor atención y recursos para hacer frente a estas catástrofes naturales, así como el sacrificio y la valentía de quienes intentan ayudar en momentos de crisis. La lucha contra los incendios forestales continúa siendo un desafío que afecta directamente a la vida y bienestar de las comunidades locales.
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