VALLADOLID, 26 de marzo.

La desaparición de Alejandro Aranda Lasheras, un joven de 30 años que se esfumó en la noche del pasado domingo en Valladolid, ha generado un gran nivel de angustia entre su familia. Alejandro, originario de Alcalá de Moncayo en Zaragoza, vive con esquizofrenia, lo que intensifica la preocupación por su bienestar, según han expresado sus seres queridos.

Familiares y amigos de Alejandro, quien trabaja como historiador y actualmente estaba en Valladolid como guía para el Imserso, hacen un ferviente llamado a la comunidad para que se solidarice en la búsqueda. Cualquier información que pueda ayudar a localizarlo debe ser comunicada a los números 649 952 957 o 644 712 806. En particular, han sugerido que se enfoque la búsqueda en áreas rurales y montañosas, donde el joven se siente más cómodo.

Esta fue la primera visita de Alejandro a Valladolid, un hecho que ha aumentado la intensidad de la preocupación, como ha indicado la organización SOS Desaparecidos. El joven llegó el domingo por la mañana al Hotel Olid, y durante la tarde, algunos testigos notaron que aparentaba estar alterado, aunque sin mostrar signos de agresividad. Esa misma noche, abandonó el hotel y desde entonces ha perdido todo rastro.

Su teléfono móvil permaneció en la habitación del hotel, y su maleta fue hallada en la Calle San Quirce, cerca del Museo Nacional de Escultura. La hermana de Alejandro, Isabel Aranda, ha manifestado la ansiedad familiar, subrayando que su hermano podría no estar tomando su medicación adecuada, lo que lo hace aún más vulnerable.

Isabel también ha recordado que su hermano tiene una profunda afinidad por la naturaleza y espacios abiertos, lo que respalda su petición de que la búsqueda se concentre en estas áreas. "Necesitamos urgentemente saber de él. Es fundamental que los equipos de búsqueda sigan en marcha, especialmente en los entornos rurales y montañosos, donde él podría encontrarse", afirmó la hermana con gran preocupación.

La colaboración de la comunidad es fundamental en estos momentos críticos, y cada indicio puede resultar crucial para la localización de Alejandro.