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Argüello promueve la esperanza en matrimonios que consideran no tener hijos.

Argüello promueve la esperanza en matrimonios que consideran no tener hijos.

VALLADOLID, 1 de diciembre.

En un mensaje lleno de esperanza, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, invita a la reflexión sobre el cierre del año litúrgico y el inicio de uno nuevo. El prelado hace un llamado a comenzar un renovado camino que, junto a la fe, permite ofrecer oportunidades a nuestros hermanos, vecinos y amigos, incluso aquellos de los que sentimos recelo. Destaca que esta falta de confianza puede afectar a numerosas parejas que, sin darse cuenta, encuentran en la desesperanza una razón para no compartir la vida con otros.

En su carta pastoral, que lleva como título 'Ven, Señor Jesús', Argüello subraya que esta invocación está en el núcleo de la plegaria eucarística y se convierte en un elemento clave en la vida de los creyentes, quienes reconocen en ella la muerte y resurrección, así como el bautismo.

Al concluir un ciclo litúrgico y dar paso a uno nuevo, los cristianos, al pronunciar 'Maranata', expresan una "esperanza plena" que coincide con el inicio del Adviento. Este periodo no solo invita a la espera del Redentor, sino que también exige a los fieles preparar el camino para su llegada, actuando como un espejo de la fe en acción.

El arzobispo define la esperanza como un don que se cultiva, enfatizando que no debe confundirse con pesimismo o con un optimismo extremo. En sus palabras, la esperanza es una fuerza innovadora que emerge en contextos de fragilidad y vulnerabilidad, mostrando que, en los momentos más áridos, es precisamente la esperanza la que puede brindarnos alivio y dirección.

Argüello explica que este sentido de esperanza se convierte en un salvavidas ante la sensación de estancamiento, abriendo caminos donde antes parecía no haber salida. Este mensaje se hace aún más relevante con el anuncio del Año Santo que se aproxima con la llegada de la Navidad, una ocasión que, como ha señalado el Papa Francisco, ofrece la oportunidad de poner a prueba esta esperanzadora fe en momentos vitales, especialmente en aquellas parejas que pueden no ser conscientes de cómo su falta de esperanza afecta la continuidad de la vida.

Concluyendo su misiva, el arzobispo Argüello desea a todos un feliz año litúrgico, reafirmando que la proclamación de que Jesucristo "el Señor es el camino" será realizada con vigor. En este mensaje, se recuerda la importancia de una comunidad peregrina que, gritando 'Maranata', se solidariza con aquellos que sufren, dándoles voz y esperanza en tiempos de desesperación.