BURGOS, 17 de septiembre.

La Guardia Civil ha arrestado a un joven de 19 años por su posible implicación en varios delitos, incluidos hurto, falsificación de documentos y desobediencia a la autoridad. El joven fue interceptado dentro de un vehículo que llevaba matrículas robadas, reportadas como sustraídas solo unas horas antes, y que había sido modificado para participar en carreras clandestinas.

Los acontecimientos comenzaron semanas atrás, cuando una patrulla de la Guardia Civil del Puesto Principal del Alfoz de Burgos se topó, en plena madrugada, con un automóvil detenido en la AP-1, cerca del antiguo peaje de Rubena. Según informes del Instituto Armado, la situación levantó sospechas en los agentes, quienes se acercaron para investigar.

Al acercarse, el único ocupante del automóvil, que se encontraba fuera del vehículo, emprendió una descontrolada huida a pie, ignorando los múltiples intentos de los agentes por detenerlo. Esta evasión generó más inquietudes sobre la situación del coche.

Tras la fuga, una inspección inicial del vehículo abandonado reveló que las matrículas que portaba pertenecían a otro coche. Un análisis más detallado confirmó que esas matrículas habían sido robadas de un automóvil estacionado en una calle de Burgos unas horas antes. Además, la revisión del interior del coche mostró que había sido manipulado para aumentar su potencia mecánica.

La situación se complicó aún más cuando se descubrieron dos garrafas de gasoil en el maletero, cuya procedencia no pudo ser aclarada. Todo indicaba que el vehículo estaba destinado a participar en carreras ilegales en las calles de la ciudad, especialmente considerando que esa misma noche se habían desmantelado varias competiciones clandestinas en la capital burgalesa.

Como consecuencia de estos hallazgos, el Equipo de Policía Judicial del Alfoz de Burgos emprendió una investigación profunda, utilizando técnicas de identificación y análisis. Esto permitió rastrear el origen del vehículo, que había sido adquirido esa misma tarde en Medina de Pomar sin la documentación adecuada, lo que complicó aún más el establecimiento de su legitimidad y propiedad.

A pesar de los obstáculos, las investigaciones meticulosas de la policía y las pruebas recogidas finalmente llevaron a la identificación del sospechoso. Se trata de un joven de 19 años que ya ha sido arrestado y que, junto con los cargos en su contra, ha sido presentado ante los Juzgados de Instrucción de Burgos.