VALLADOLID, 5 de noviembre. En un reciente encuentro celebrado en esta ciudad, el expresidente del gobierno español, Felipe González Márquez, quien ocupó el cargo entre 1982 y 1996, ha manifestado su opinión sobre el actual debate interno en el partido socialista, especialmente en torno a la convocatoria de primarias en la comunidad autónoma de Castilla y León. González ha señalado con claridad que apoya a Luis Tudanca, líder del PSCyL, afirmando: "Tudanca tiene razón, y punto, pasemos a otra cosa". Estas palabras evidencian una toma de postura directa en un momento de tensiones entre Ferraz y la ejecutiva regional.

Durante su intervención, el exmandatario enfatizó que la organización de las primarias debería llevarse a cabo "en tiempo y forma", tal como las agrupaciones lo han decidido. Aunque no ofreció más detalles sobre el proceso, su intervención sugiere un respaldo claro al calendario original planteado por Tudanca, el cual ha sido alterado y postponedido debido a la próxima celebración del Congreso Federal, que tendrá lugar en Sevilla a finales de noviembre y principios de diciembre.

González, quien también ha ejercido como secretario general del PSOE durante dos décadas, recordó que su trayectoria dentro del partido ha estado marcada por diversas "fracturas formales". En este sentido, destacó que, en sus años de liderazgo, nunca alcanzó el 90 por ciento de los votos en los Comité Federal, sino que lo hizo con porcentajes que oscilaban entre el 70 y el 75 por ciento. Este comentario parece sugerir que la disidencia interna no es un fenómeno nuevo en el PSOE, sino que ha estado presente a lo largo de su historia.

En un giro provocador, el expresidente se aventuró a contrastar su propia perspectiva con la imagen del partido, indicando que su mensaje actual podría ser considerado más contemporáneo que el que emana del propio PSOE. "¿Qué es lo viejo y lo nuevo?", se interrogó. "Si hablamos de edad, yo soy viejo porque tengo 82 años, pero si nos referimos a ideas, yo soy la modernidad del PSOE", concluyó, dejando claro que, a pesar de su edad, se siente plenamente conectado con las nuevas realidades y necesidades sociales que enfrenta el país.