En Valladolid, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) ha dado su respaldo al proyecto 'Cultivar culturas: ecologías del lúpulo', liderado por la artista e investigadora Susana Cámara Leret. Esta iniciativa busca preservar la memoria de la planta y de sus culturas de cultivo a través de una plataforma multidisciplinar de investigación.
La Consejería de Agricultura destaca que la provincia de León es responsable del 95% de la producción de lúpulo en España. Con 550 hectáreas de superficie cultivada, este cultivo tiene una gran importancia socioeconómica en la región, influyendo en la articulación del territorio y en los mercados locales.
El Itacyl ha jugado un papel fundamental en la investigación de la revalorización de los recursos y residuos del lúpulo, promoviendo prácticas sostenibles que contribuyan al desarrollo de una bioeconomía circular. A través de su Centro de I+D de Biocombustibles y Bioproductos (CBB), ha colaborado en el proyecto para fomentar el intercambio de saberes y el uso de experimentación biomaterial.
El proyecto 'Cultivar culturas: ecologías del lúpulo' ha sido financiado a través de la convocatoria Componer Saberes 2021 de la Fundación Daniel y Nina Carasso, con la colaboración de la Diputación de León y el Ayuntamiento de Carrizo de la Ribera. Esta iniciativa ha formalizado una plataforma de investigación que busca explorar la imagen del lúpulo y sus subproductos, liderados por Susana Cámara Leret.
Este proyecto ha dado lugar a la creación de un Banco de Memoria con pliegos de herbario de variedades de lúpulo, así como una colección viva de la planta en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de León. Además, se han realizado entrevistas a lupuleros antiguos y actuales, así como documentales y material audiovisual sobre el ciclo de cultivo.
Además, se ha producido una publicación sonora en vinilo llamada 'Geofonías del lúpulo', inspirada en la relación entre el olor de la planta y el sueño. Se han realizado experimentos con los residuos del cultivo para elaborar biomateriales, como biopolímeros y tintes a partir de tallos y hojas de la planta.
El proyecto ha contado con la colaboración de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, la artista educadora Ana Andrés, así como artesanos que han explorado el uso del tallo de la planta en la cestería y la bioconstrucción. Actualmente, se está trabajando en una publicación científica multidisciplinar que busca integrar los resultados de la colaboración arte-ciencia.
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