El pasado 29 de agosto, en una sesión celebrada en las Cortes de Castilla y León, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, dirigió un mensaje contundente a la clase política y a la sociedad: es crucial dejar de lado la búsqueda de beneficios partidistas en medio de tragedias como los incendios forestales y, en cambio, centrar los esfuerzos en implementar políticas efectivas para enfrentar estos desastres.

Durante su intervención, Fernández Mañueco subrayó que las condolencias no son suficientes y que el verdadero tributo a quienes han sufrido pérdidas irreparables es elevar el debate hacia una discusión que refleje la dignidad de los ciudadanos de la región. Llamó a distanciarse del ruido político y del reduccionismo que caracteriza muchas de las conversaciones sobre crisis en España.

El presidente expresó su deseo de haber comparecido en un momento en que se pudiera ofrecer un análisis más completo sobre la situación de los incendios, considerando que aún hay focos activos. Destacó la devastación que estos han causado: "han segado vidas, arrasado tierras y reducido hogares a cenizas", generando una profunda incertidumbre para muchas familias afectadas.

Fernández Mañueco también recordó que estos incendios han sido un fenómeno que ha trascendido fronteras, afectando no solo a Castilla y León, sino también a otras regiones de España y países. Reiteró la necesidad de que los procuradores muestren seriedad y perspectiva frente a la gravedad de la situación que enfrenta la comunidad.

En un tono de compromiso, el presidente aseguró que él mismo se alineará con las expectativas de los ciudadanos, asumiendo la responsabilidad que conlleva su cargo en momentos de crisis. Insistió en que los incendios han devastado no solo paisajes y estructuras, sino lo más doloroso: vidas humanas.

Con un tono de empatía, reconoció que no existen palabras que puedan aliviar el profundo dolor que provoca la pérdida de un ser querido. Aseguró su deseo de estar presente para apoyar a los familiares de las víctimas, expresando su "cariño" y "gratitud infinita" hacia ellos en este momento desgarrador.

Aprovechó la ocasión para transmitir sus deseos de pronta recuperación a las seis personas que siguen hospitalizadas debido a las heridas sufridas en los incendios. Reconoció la paciencia y comprensión de aquellos que han tenido que evacuar sus hogares, enfatizando que la prioridad siempre ha sido garantizar la seguridad de la vida humana, que él considera sagrada e irremplazable.

El presidente se comprometió a que las instituciones no dejarán solas a las personas afectadas y que se les brindará el apoyo necesario para recuperar lo que las llamas han arrebatado. "Vamos a ayudarles a reconstruir sus vidas", afirmó con determinación.

En este discurso, Fernández Mañueco expresó su profundo agradecimiento a todos los que han trabajado incansablemente en la lucha contra estos incendios, desde las fuerzas de seguridad y el personal de emergencias, hasta las comunidades que han aportado recursos y apoyo. Hizo un reconocimiento especial a los bomberos forestales, quienes han estado en la primera línea de batalla contra lo que describió como un "verdadero infierno de llamas".