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"Pillion explora la dinámica de poder y anhelo en su historia con Alexander Skarsgard: 'Cada escena íntima aporta significado'."

VALLADOLID, 27 de octubre.

El cineasta británico Harry Lighton se adentra en el complejo mundo del amor y la sumisión a través de su película 'Pillion', donde las actuaciones de Alexander Skarsgard y Harry Melling trazan una profunda conexión que explora la dominación y la vulnerabilidad emocional.

En el marco de la 70ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), Lighton y Skarsgard compartieron su visión en una conferencia de prensa, en la que el actor destacó que, aunque hay numerosas escenas de sexo explícito, estas están integradas de manera significativa en la narrativa, reflejando la esencia de la historia.

Este debut de Lighton en el formato de largometraje no solo compite por la Espiga de Oro en la Sección Oficial, sino que también aspira a la Espiga Arcoíris, destacándose por su temática LGTBIQ, la cual ya fue reconocida con el premio a Mejor Guión en la sección Un Certain Regard de Cannes.

La trama, basada en la novela 'Box Hill' del crítico literario británico Adam Mars-Jones, ha sido modernizada y condensada en un breve recorrido al momento actual, lo que permite una exploración más resonante de los temas abordados.

Ambientada en Inglaterra, 'Pillion' se centra en la historia de Colin (Harry Melling), un joven con una profunda introspección, cuya vida da un giro inesperado al cruzarse con Ray (Alexander Skarsgard), un carismático motero. Su encuentro casual se transforma en una relación inesperada, marcada por el deseo, la sumisión y una indagación de su propia identidad.

La película ahonda en los matices del BDSM desde una perspectiva comprensiva y sin juicios, donde Colin no solo experimenta el control, sino que halla en la sumisión un refugio emocional que le ayuda en su viaje hacia la autoaceptación.

Lighton ha enfatizado que su intención no era desestimar las escenas sexuales, sino usarlas como herramienta narrativa. "Quería que el público decidiera si ese contenido era excitante o no, pues no debía ser provocador sin un propósito tangible", comentó el director.

El realizador también subrayó que el objetivo era que la historia fuera "deliberadamente provocativa", pero desde un lugar de empatía y no simplemente buscando el morbo. "No creo en los tabúes; quiero explorar lo humano a través de la vulnerabilidad y el deseo", afirmó.

Skarsgard, por su parte, ha expresado su interés inicial en el guion, describiéndolo como "sorprendentemente original". Según él, 'Pillion' trasciende la idea de ser una simple película sobre moteros, presentándose como una historia sensible sobre el crecimiento personal, con personajes bien desarrollados.

Acostumbrado a participar en grandes producciones, el actor valoró la autenticidad de un rodaje más íntimo y reducido. "El ambiente era mucho más genuino; no era solo trabajo, sino una inmersión en la narrativa", afirmó Skarsgard.

Respecto a las escenas más delicadas, insistió en que todas estaban justificadas dentro del arco emocional de la historia. "Cada una de ellas tiene un objetivo claro y contribuye al desarrollo de los personajes", aseguró.

Conmovido por la recepción de su primer largometraje en la Seminci, Lighton manifestó su gratitud por poder trabajar con talentos como Skarsgard. "Alex es un gran actor, fácil de dirigir y un poco sumiso, bromeó Lighton. Colaborar con alguien con su experiencia es un verdadero desafío y una inspiración".

'Pillion' se presenta como una obra que, a través de una mezcla de humor, erotismo y una dirección precisa, invita al público en un viaje de autodescubrimiento que desafía las convenciones sobre el amor y el poder, buscando "empatizar con lo incómodo para entender la humanidad", tal y como concluyó su creador.