El comediante Héctor de Miguel, conocido como 'Quequé', se encuentra en el centro de una controversia legal tras incitar a sus seguidores a hostigar a la presidenta de la Fundación Española de Abogados Cristianos (FEAC), Polonia Castellanos, mediante insultos telefónicos. Esta polémica surge luego de que Castellanos presentara una querella en su contra por promover la violencia en relación con el Valle de los Caídos y por su comportamiento hacia los sacerdotes implicados en casos de pederastia.

En un fallo reciente, la Audiencia Provincial de Valladolid ha decidido mantener el procesamiento de 'Quequé', apoyando la decisión previa del Juzgado de Instrucción que había comenzado el procedimiento. En este contexto, la Audiencia ha rechazado el recurso presentado por el humorista, asegurando que existen elementos suficientes para considerar que su conducta podría constituir un delito de acoso.

La Sala ha sido clara al diferenciar el auto de transformación del proceso penal de una sentencia, destacando que este paso no implica un juicio de culpabilidad. Sin embargo, han señalado que las acciones del comediante, aunque él las defienda como parte de su libertad artística, sobrepasan el mero ejercicio del humor y podrían haber derivado en daños reales a la afectada. Los tribunales le concederán la oportunidad de presentar su defensa en juicio.

El humorista se justificó mencionando que su incitación no era más que una broma, pero la reacción pública sugiere que sus palabras tienen un poder real, al provocar un aluvión de más de 1.200 llamadas y mensajes que colapsaron la línea de la FEAC, lo que, según la presidenta, ha afectado gravemente su vida y bienestar.

Polonia Castellanos ha criticado la actitud de 'Quequé', señalando que su valentía para incitar desde el escenario contrasta con su aparente cobardía en un entorno más formal. A su juicio, el comediante ha cruzado la línea, convirtiéndose en un acosador que está bajo el escrutinio de la ley y debe enfrentar las consecuencias de su comportamiento.

La presidenta de la FEAC no solo busca justicia legal, sino que también clama por un mayor respeto hacia las mujeres en un contexto donde la defensa de sus derechos es crucial. Su caso pone de relieve la necesidad de abordar el acoso y los discursos que, bajo el pretexto del humor, perpetúan la violencia y la intimidación contra las mujeres.

Finalmente, Castellanos ha subrayado que aunque no busca la encarcelación de 'Quequé', sí desea que se le exija respeto y que su comportamiento no quede sin consecuencias. Su insistencia en este punto es un llamado a la responsabilidad que todos deberían tener en cuenta, especialmente en el contexto de una sociedad que clama por coccesos justos y equitativos en la lucha contra el acoso. Su crítica también se dirige a la falta de un pedido de disculpas por parte del humorista, quien parece intentar desviar la atención de la gravedad de sus acciones.