VALLADOLID, 7 de noviembre.

Un tribunal de Valladolid ha dictado una sentencia de 15 años de prisión para un hombre que ha sido hallado culpable de agredir sexualmente, amenazar y coaccionar a su expareja, con quien tuvo una relación de tres años.

La decisión judicial se ha tomado tras una rebaja en las penas inicialmente solicitadas por la Fiscalía y la parte demandante, dado que el acusado admitió los delitos que se produjeron en 2023, comenzando con la ruptura de su relación en junio de ese año. A pesar de la separación, ambos continuaron teniendo encuentros ocasionales, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

La sentencia señala que, después de finalizar la relación, el acusado adoptó una actitud violenta y despectiva hacia su expareja, utilizando un lenguaje degradante y amenazándola con difundir videos íntimos si no cumplía con sus demandas.

Los hechos más graves ocurrieron en la madrugada del 4 de agosto de 2023, cuando el acusado y la víctima se encontraban en un motel. La mujer se negó en repetidas ocasiones a mantener relaciones sexuales, lo que llevó al hombre a reaccionar de manera violenta al intentar forzarla a hacerlo.

En un intento desesperado por escapar, la mujer trató de pedir un taxi, pero el acusado le confiscó el teléfono y, al tratar de huir, fue alcanzada y sometida con fuerza. La brutalidad del ataque incluyó estrangulamiento con las asas de un bolso y amenazas de muerte.

El tribunal también documenta cómo el agresor intentó silenciar a la mujer tapándole la boca y la nariz, mientras profería amenazas explícitas de violencia física si ella no accedía a su voluntad.

Una vez perpetrada la agresión, el hombre dejó a la mujer en su casa y, en un intento de mantenerla bajo su control, le envió más de 30 llamadas y mensajes al día siguiente, llenos de amenazas e insultos dirigidos hacia ella.

Las amenazas incluían declaraciones de que si ella no se presentaba ante él, él revelaría información comprometedora y que ella debía temer por su seguridad. Además, el acusado hizo alarde de su deseo de venganza, indicando que “le haría pagar” por su rechazo.

Ante la gravedad de los delitos, la Audiencia ha condenado al hombre no solo a 15 años de prisión, sino que también se le prohíbe acercarse a la víctima o comunicarse con ella durante un periodo de 17 años.

En términos de consecuencias adicionales, el tribunal ha estipulado una multa de 1.200 euros y una indemnización total de 3.040 euros a favor de la víctima, quien sufrió lesiones físicas y emocionales como resultado de los actos delictivos.

La sentencia también incluye sanciones específicas por otros delitos relacionados con amenazas y coacciones, asegurando que el condenado enfrentará severas restricciones en su capacidad de interaccionar con la víctima y contraer nuevos delitos relacionados con la violencia en el futuro.