Vox desafía a Mañueco: condiciona la negociación de los PGC a frenar la inmigración ilegal y limitar la acogida de menores.

La tensión política en Castilla y León se ha intensificado tras las recientes declaraciones del portavoz de Vox, David Hierro, quien ha instado al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a presentar una declaración formal que rechace la inmigración ilegal y limite la llegada de menores no acompañados. Este desafío ha sido presentado como un ultimátum que podría marcar el rumbo de las negociaciones presupuestarias para el 2025.
Hierro exigió a Mañueco que se pronunciara públicamente, similar a lo que hizo el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, en torno a la inmigración. La retórica de Vox está centrada en un discurso antiinmigración, pidiendo un marco restrictivo que, según ellos, ayudaría a consolidar sus esfuerzos en la región.
A pesar del tono desafiante de Hierro, Fernández Mañueco respondió con ironía, cuestionando la lógica de los plazos impuestos por Vox y sugiriendo que las exigencias vienen determinadas por los intereses de su partido a nivel nacional. En este sentido, el presidente de la Junta defendió la autonomía de la administración de Castilla y León frente a lo que considera intentos de chantaje político.
El presidente apeló a un regreso a la cordialidad y al diálogo constructivo, rechazando cualquier forma de presión o amenazas. “Es fundamental trabajar juntos por el bienestar de los ciudadanos, libre de chantajes”, reforzó Mañueco, marcando una clara línea entre el progreso conjunto y las tácticas divisivas.
En el calor del debate, Hierro acusó a Mañueco de estar desactualizado y de adoptar posturas similares a las del gobierno central, sugiriendo que esto debía ser un motivo de reflexión para el presidente. Sin embargo, Mañueco no se dejó intimidar y, en un tono casi paternalista, se refirió a Hierro como “el osito de Mimosín”, insinuando que su postura era suave e ineficaz frente a los retos que enfrenta la comunidad.
Fernández Mañueco también recordó que, al inicio de la legislatura, ambos partidos lograron establecer acuerdos sin renunciar a sus principios. Sin embargo, reiteró que Vox, siguiendo órdenes de su partido a nivel nacional, había abandonado a sus propios votantes en el proceso, creando una disonancia que es palpable en la política regional.
La situación actual refleja una polarización que dificulta el avance en temas cruciales para los ciudadanos de Castilla y León. Mañueco finalizó su intervención reafirmando su compromiso con los principios que guían su gestión y criticando la falta de seriedad de Vox en un contexto que él califica como “de falsas realidades”.
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