VALLADOLID, 20 de octubre.

La trágica historia que rodea al caso del militar profesional Jorge M.S. ha tomado un giro escalofriante, después de que el 14 de enero, en la localidad vallisoletana de Viana de Cega, presuntamente acabara con la vida del actual novio de su expareja de una manera atroz. La violencia que se ha desatado ha llevado a clasificar los incidentes como un claro caso de asesinato.

En una reciente sesión ante el Juzgado de Instrucción número 4, se ha decidido transformar las diligencias en un procedimiento de jurado, permitiendo que las acusaciones se formalicen y se delimiten. Durante esta comparecencia, se presentaron las voces de la acusación pública, ejercida por el fiscal, así como las de tres acusaciones particulares, que representan a los familiares del fallecido, Jorge M., un hombre de 36 años originario de México, junto a los letrados de su novia y una expareja, madre de sus dos hijos menores. Todos ellos coincidieron en calificar los sucesos como un asesinato claro, según informaron fuentes legales a Europa Press.

La fiscalía ha argumentado que la muerte de Jorge M. no solo se considera un asesinato, sino que además incluye agravantes de alevosía y saña. En este contexto, también se han presentado acusaciones por lesiones sufridas por un hermano de la víctima y por un asalto a la vivienda, lo que ha sido respaldado por las acusaciones particulares, que incluyen lesiones infligidas a la novia del fallecido y a uno de sus hermanos durante el ataque.

Desde el 15 de enero, el acusado permanece en prisión provisional, sin posibilidad de fianza, después de haber sido llevado ante el juez y haber optado por no declarar, siguiendo su derecho a hacerlo. El contexto de este crimen apunta a celos como un posible motivo, ya que el evento violento ocurrió alrededor de las 3 de la mañana en el hogar donde vivía Jorge M. con su pareja, situado en la calle Cardiel de Viana de Cega.

Se detalla que el militar, en un momento de furia, accedió a la vivienda y fue allí donde se produjo un enfrentamiento con la víctima, que se encontraba en la habitación junto a su pareja. La agresión se llevó a cabo con un cuchillo, el cual fue utilizado para asestar múltiples heridas en el cuello y el pecho de la víctima, llevándolo a la muerte en el mismo lugar del ataque.

Durante el ataque, la novia de la víctima, quien es también la expareja del supuesto agresor, logró pedir ayuda a vecinos y familiares. Tres hermanos de la víctima acudieron en auxilio, logrando desarmar al atacante, pero no sin resultados trágicos, ya que tanto la mujer como uno de los hermanos fueron heridos en el enfrentamiento, mientras mantenían a raya al criminal hasta la llegada de las fuerzas del orden.

El acusado, un militar asentado en la base de El Empecinado en Santovenia de Pisuerga, había tenido una relación de veinte años con su expareja, con quien había estado separado durante aproximadamente dos años y con la que tuvo dos hijas.

Aparte de este caso, enfrenta otro procedimiento por presunta violencia de género contra su expareja, que en ese momento era pareja de la víctima. Este juicio se había programado para el 11 de septiembre, pero se suspendió debido a la cronología de la Vuelta Ciclista a España.

El acusado podría recibir una pena de hasta dos años y diez meses de prisión por coacciones, maltrato y acoso que, supuestamente, perpetró contra su ex pareja y la novia de la persona a la que apuñaló. La Fiscalía ha solicitado que se prohiba cualquier acercamiento o comunicación con la víctima por un periodo de casi seis años.

Los incidentes de maltrato se habrían producido la misma noche del crimen, mientras que otros dos episodios de abuso se habrían registrado meses antes, cuando el acusado ya había terminado su relación con la denunciante, uno de los cuales tuvo lugar en su domicilio en Valladolid y el otro en las calles de Viana de Cega.