
VALLADOLID, 7 de enero. La situación del sector agrícola en Castilla y León continúa siendo un tema de gran preocupación, y el presidente de Asaja en la región, Donaciano Dujo, ha alzado la voz este martes para anunciar que la organización agraria reanudará sus movilizaciones a partir de febrero, tras las manifestaciones llevadas a cabo en 2024, siendo la más reciente en diciembre en Madrid. Dujo ha explicado que estas movilizaciones se centraran en la escasa rentabilidad del sector y en la cada vez más compleja burocracia, y anticipó que abarcarán protestas de carácter provincial, autonómico, nacional y europeo, así como sectoriales, resaltando el posible enfoque en la problemática del lobo, en caso de que el Ministerio no ceda ante las reclamaciones del sector.
El líder agrario fue contundente al afirmar: “Volveremos a sacar los tractores en 2025”, en un balance que deja ver un cierre de 2024 muy negativo para Castilla y León, la comunidad que se distingue por tener la agricultura más profesional y productiva de España. Dujo advirtió que el sector agrario atraviesa un “mal camino” debido a la reducción de hectáreas cultivadas, la disminución del ganado y la baja de explotaciones, todo ello consecuencia de la merma de rentabilidad generada por el aumento de los costos de producción.
Dujo puntualizó que una explotación agrícola en Castilla y León necesita alcanzar una producción de 3.500 kilos por hectárea para obtener beneficios, una hazaña que actualmente es inalcanzable para la mayoría de las tierras en la comunidad, incluso en los años más favorables. Recordó que el año agrícola 2024 resultó mejor que la media de la última década, después de haber vivido dos años anteriores “catastróficos”, pero aún así, la rentabilidad sigue siendo insuficiente.
La alarmante baja rentabilidad ha llevado a una drástica reducción en la superficie sembrada de cereales, pasando de dos millones de hectáreas a un millón y medio, fenómeno que evidencia que “España importa más cereal del que produce”. Esta disminución se refleja también en el censo de ganado, con 1,4 millones de cabezas de vacuno, 100.000 menos que el año anterior; 2,15 millones de ovino, 142.000 menos; 135.000 caprinos, 5.000 menos; y 4,35 millones de porcinos, 80.000 menos, mientras la producción de carne ha caído a 718.000 toneladas, perdiendo 52.000 toneladas respecto al año anterior.
Dujo también expresó su preocupación por la situación de los viñedos, siendo esta la primera vez que se contemplaría la posibilidad de arrancar cepas. En su análisis del 2024, lamentó que muchas explotaciones hayan cerrado con resultados de “cero o a pérdidas”, advirtiendo que estos “altísimos costos de producción” siguen siendo uno de los principales caballos de batalla de Asaja para el año 2025, junto con la defensa contra “exigencias imposibles de cumplir” que se imponen desde la Unión Europea hasta las administraciones locales.
En la lucha por un futuro más favorable, la organización agraria también se ha propuesto trabajar por una Política Agraria Común (PAC) que sea “más profesional, productiva y libre”, al tiempo que se opondrán al acuerdo UE-Mercosur. Dujo dejó claro que el objetivo para el nuevo año es “convertir” la situación de producción negativa en una positiva, con la aspiración de que Castilla y León retome un balance productivo que revierta la tendencia negativa de 2024. “Es imperativo lograr mejores precios y reducir los costos”, sentenció.
En una interrogante al respecto de la Estrategia Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Dujo no dudó en calificar al ministro Luis Planas de “mentiroso”, argumentando que no ha respaldado sus declaraciones de apoyo a los productos nacionales con acciones concretas, especialmente tras haber respaldado la firma del controvertido acuerdo UE-Mercosur.
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