VALLADOLID, 1 de septiembre. Cruz Roja ha activado un amplio y notable operativo en la región de Castilla y León para enfrentar la severa crisis de incendios que comenzó el pasado 9 de agosto. Este esfuerzo ha derivado en la creación de 55 albergues y la movilización de 597 voluntarios, quienes han brindado apoyo esencial a miles de personas que han tenido que abandonar sus hogares.
La labor de Cruz Roja ha sido impresionante, gestionando 55 albergues a lo largo de la región. De estos, 47 cuentan con una capacidad total de 4.254 plazas, mientras que ocho están diseñados específicamente para albergar a personas con movilidad reducida o necesidades especiales, ofreciendo 131 plazas adicionales para este grupo vulnerable.
A lo largo de esta crisis, la organización ha facilitado un impresionante número de 5.105 pernoctas, de las cuales 131 han sido en centros adaptados para personas con movilidad reducida. Además, han distribuido casi 14.000 comidas, incluyendo desayunos, almuerzos y cenas, para asegurar que quienes se encuentran en situación de evacuación cuenten con la alimentación necesaria.
Este dispositivo de emergencia ha tenido la colaboración de voluntarios de diversas comunidades autónomas, incluidos los de País Vasco y Andalucía, enfocados en proporcionar lo indispensable: alojamiento seguro, comida, higiene y apoyo emocional para quienes lo requieren.
Las provincias más impactadas por esta ola de incendios han sido Ávila, Salamanca, Palencia, León y Zamora, con León y Zamora experimentando los efectos más severos. Actualmente, aún se mantienen abiertos tres albergues, dos de ellos en León y uno en Zamora, para seguir ofreciendo refugio a quienes lo necesitan.
Además de los albergues, Cruz Roja ha establecido cinco puntos de suministro para atender a los equipos de emergencia y ha dispuesto 153 camas adicionales para el descanso de los voluntarios que trabajan en la extinción de los incendios, según un comunicado difundido por la asociación a través de Europa Press.
El operativo ha abordado también la asistencia durante los desalojos, facilitando el regreso seguro a los hogares afectados, la entrega de medicación en coordinación con los centros de salud, y la necesidad de dietas especiales. Asimismo, se han creado espacios para la recarga de teléfonos móviles y zonas dedicadas a las mascotas de los evacuados.
El componente de apoyo psicosocial ha sido crucial, con profesionales de la psicología disponibles en los albergues para brindar ayuda a los evacuados que atraviesan momentos difíciles. Este énfasis en el bienestar emocional resalta la importancia de cuidar la salud mental en situaciones de crisis.
Rosa Urbón, presidenta de Cruz Roja en Castilla y León, ha destacado que la movilización de recursos y de humanos ha sido posible gracias al inestimable apoyo del voluntariado. "Este grupo ha evidenciado una vez más su compromiso, solidaridad y humanidad en estos momentos críticos. Estuvieron presentes donde más se les necesitaba, garantizando que nadie quedara desatendido", expresó Urbón, subrayando el valor de la generosidad en tiempos de adversidad.
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