"Declive en la cosecha de uva en Rueda, ascenso en Cigales y crisis de precios en Ribera, según UCCL"

La situación de la cosecha de uva en las Denominaciones de Origen de la región está generando preocupaciones entre los viticultores debido a las adversidades climáticas y la escasez de mano de obra. En Cigales, aunque la calidad de la uva es notable, la recolección ha enfrentado dificultades por el mildiu y las tormentas recientes.
Según un informe de la Unión de Campesinos de Valladolid, el presidente Valentín García ha declarado que este año ha sido "complicado", marcado por una primavera que presentó numerosos retos, como tormentas que causaron "desigualdades" en la producción. A pesar de estas preocupaciones, la calidad de la uva en general se considera excelente, con un descenso del 10% en la cosecha en Rueda debido a los problemas mencionados.
En Rueda, que abarca 53 de los 74 municipios de la denominación, se han sembrado 19.000 hectáreas, lo que equivale al 92% del total. La recolección comenzó el 22 de agosto, y durante los días más activos de la vendimia se registró la entrada de más de 6,5 millones de kilos en ciertos momentos, a pesar de que las lluvias interrumpieron brevemente las actividades.
La recolección se ha llevado a cabo en un entorno favorable, alcanzando hasta la fecha más de 123 millones de kilos de uva, en su mayoría blanca. Sin embargo, un 10% de disminución en la producción respecto al año pasado se ha atribuido al mildiu, aunque esto no ha afectado a la calidad del fruto.
García también destacó que aproximadamente 6.000 hectáreas han sufrido graves daños por las precipitaciones primaverales y la tormenta de pedrisco del 4 de junio, que impactó severamente en la zona de Medina y Rueda, reduciendo la producción en un 76 a un 94% en algunas áreas.
Por otro lado, en Cigales, la superficie de cultivo ha disminuido ligeramente en 70 hectáreas, mientras que el número de bodegas se mantiene estable. La recolección ya ha alcanzado unos 7 millones de kilos, y se esperaba que concluyera esta semana. A pesar de los desafíos, la calidad de la uva es notable, con un incremento del 10-15% en comparación con el año anterior.
Sin embargo, los viticultores de Cigales, como Miguel Valdespino, han expresado su preocupación por la escasez de mano de obra y el aumento de costos que complican la viabilidad de la recolección. La situación ha llevado a muchos a cuestionar si merece la pena la recolección, dado el alza de precios en insumos y el bajo retorno por la venta de las uvas.
En Ribera del Duero, la situación es también compleja, con bajos precios que afectan a los productores. Además, la región ha visto un aumento en la superficie cultivada, con 6.500 hectáreas más, representando un 24% de la denominación total. Los problemas de entrega de uva en bodegas han sumado más obstáculos a la ya complicada vendimia.
A pesar de que el clima cálido ha beneficiado la maduración de la uva, las torrenciales lluvias y las fluctuaciones térmicas han contribuido al desarrollo del mildiu en diversas áreas. Las pérdidas de cosecha en ciertos municipios han sido alarmantes, y muchos viticultores han enfrentado dificultades para encontrar bodegas dispuestas a recibir su uva, lo que dejó a algunos en una situación muy crítica.
La falta de cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria se ha vuelto un tema recurrente, ya que muchos viticultores ven cómo sus costos de producción han aumentado significativamente, mientras que el precio de venta de la uva no cubre sus gastos, lo que ha llevado a la insatisfacción generalizada en el sector. La comunidad vitivinícola se enfrenta, por tanto, a un panorama donde la calidad sigue siendo prioridad, incluso en medio de retos de producción y comercialización.
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