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Exedil de Bobadilla acusada de estafa causa conmoción durante juicio

Exedil de Bobadilla acusada de estafa causa conmoción durante juicio

La exedil del PP en Bobadilla del Campo, Inés María F.S, ha vuelto a suspender su juicio por presuntamente hacerse pasar por funcionaria de Hacienda. En este caso, la acusada, embarazada de siete meses, ha roto aguas en la Audiencia de Valladolid, donde tanto ella como los testigos y peritos ya habían declarado. Esta es la cuarta suspensión de la vista, que fue planeada durante la mañana cuando se supo que la encausada había ingresado en Urgencias. El tribunal movilizó a una forense para certificar si era apta para ocupar el banquillo, y finalmente lo fue.

Poco antes de que comenzara la vista, Inés María intentó llegar a un acuerdo de conformidad con la fiscalía y la acusación particular para evitar una condena de entre tres años y seis meses y seis años de cárcel, respectivamente. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo debido a que las acusaciones requerían que la acusada consignara la indemnización previamente.

La sesión comenzó con el interrogatorio de Inés María y los testigos, y se preveía que las conclusiones se pospusieran para el martes, para dar tiempo a la encausada a pagar los más de 10.000 euros de indemnización requeridos. Sin embargo, la acusada se sintió indispuesta durante el proceso y la vista se suspendió definitivamente al constatarse que había roto aguas y requería atención médica urgente en el mismo centro sanitario al que había acudido por la mañana.

En su declaración, Inés María reconoció su amistad con la supuesta víctima, Sheila, y afirmó que nunca se presentó como empleada de Hacienda. Dijo que simplemente puso a Sheila en contacto con un inspector que conocía para ayudarla a levantar el embargo de su piso. Aunque admitió que la cuenta en la que Sheila hizo los pagos correspondía a una que ella tenía en Cajamar, aseguró que nunca tocó el dinero. También negó haber enviado un correo falso de Hacienda a la víctima y haberle entregado en mano un documento falsificado del Registro de la Propiedad.

Las supuestas víctimas, incluyendo a Sheila, su madre y su pareja, acusaron a Inés María de haberles engañado haciéndoles creer que era funcionaria de Hacienda para apoderarse de los pagos que la familia ingresaba en su cuenta bancaria. Finalmente, descubrieron que todo era un engaño al darse cuenta de que la notificación de Hacienda era falsa. Tuvieron que pagar 10.000 euros adicionales al fisco para levantar el embargo del piso.

Antes de iniciar el juicio, hubo momentos de tensión en los pasillos de la Audiencia Provincial cuando el novio de la acusada se comportó de forma amenazante y dio instrucciones a los periodistas sobre cómo debían tomar fotos de la acusada. Incluso pronunció insultos racistas. En contraste, Inés María intentó calmar a su pareja y lo instó a abandonar el Palacio de Justicia. Todo esto sucedió antes del desenlace inesperado debido a la rotura de aguas de la acusada embarazada.