
En la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, la búsqueda de Marisa Villaquirán, una mujer que desapareció en diciembre de 2004, ha cobrado un nuevo impulso gracias a un despliegue significativo de la Policía Nacional. Este 16 de enero, las autoridades han comenzado una exhaustiva investigación en un local perteneciente a la Iglesia Evangélica de Filadelfia, situada en la calle Escuelas.
De acuerdo con la información proporcionada por el diario 'El Correo', el operativo dio inicio a las 07:00 horas de este jueves y movilizó a varias unidades especializadas, incluyendo la Comisaría General, la Policía Científica, la Unidad de Medios Técnicos y la Unidad Canina. Este esfuerzo evidencia la seriedad con la que las fuerzas del orden están abordando el caso, tras haber estado inactivo durante algunos meses.
Los agentes han reactivado la búsqueda con la esperanza de descubrir “posibles restos” de Villaquirán, tras haber obtenido nuevos indicios que sugieren que podría estar “emparedada” en el templo evangélico. La situación revela un giro inesperado en la investigación, que a lo largo de dos décadas no había logrado arrojar luz sobre lo que sucedió con la mujer.
Desde su desaparición, los esfuerzos iniciales se centraron en su círculo más cercano, siendo su exmarido el primer sospechoso. Aunque fue detenido y condenado a 14 años de prisión por detención ilegal, nunca se le pudo imputar un cargo de asesinato, ya que el cuerpo de Marisa nunca fue encontrado. Esta falta de evidencia había dejado el caso en un limbo jurídico, hasta ahora.
Ahora, con la reactivación del caso y estas nuevas pistas que apuntan hacia la iglesia, las autoridades y la comunidad local mantienen la esperanza de que se logre resolver un misterio que ha atormentado a la familia de Marisa y a la sociedad durante más de 20 años. La búsqueda en el lugar señalado genera expectativas de cierre para un caso que ha dejado profundas heridas en la comunidad.
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