24h Castilla y León.

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La CHD comienza la recuperación hídrica y forestal en áreas de León devastadas por incendios.

La CHD comienza la recuperación hídrica y forestal en áreas de León devastadas por incendios.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha tomado importantes medidas para abordar los devastadores efectos de los incendios forestales que arrasaron la provincia de León en agosto de 2025. Con una inversión de cinco millones de euros, el MITECO buscará restaurar las áreas afectadas bajo la supervisión de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD).

Estos desastres fueron particularmente graves, ya que impactaron a cuatro reservas de la biosfera, así como a diversas áreas protegidas, incluyendo reservas naturales fluviales y espacios designados dentro de la Red Natura 2000. La calamidad ha sido catalogada como una de las peores crisis medioambientales que ha enfrentado la región en años recientes.

Los esfuerzos de restauración se enfocarán en mitigar los efectos de la erosión y reducir el riesgo de contaminación por cenizas en los ríos, especialmente aquellos que abastecen a las comunidades locales. Según el MITECO, la intervención debe ser coordinada entre diferentes administraciones para lograr una recuperación efectiva del paisaje y sus ecosistemas.

Entre las diversas medidas programadas, se incluye la creación de albarradas y fajinas en los cauces para prevenir el movimiento de sedimentos y cenizas, además de la estabilización del suelo mediante técnicas como el mulching, que utiliza restos vegetales para proteger las laderas y fomentar la reforestación.

La retirada selectiva de madera quemada es otra de las acciones clave, ya que es vital para minimizar riesgos de obstrucción en cauces fluviales cerca de asentamientos humanos. También se planifican mejoras en la vegetación ribereña y en los bosques situados en áreas de interés ecológico elevado.

En total, se verán afectadas unas 18.813 hectáreas y más de 230 kilómetros de cauces. Las primeras intervenciones comienzan en las cuencas de los embalses de Riaño y Camporredondo, priorizando aquellas áreas que forman parte de la Reserva Natural Fluvial del río Lechada, un hábitat crítico para especies como el desmán ibérico.

Las obras ya han empezado, con la instalación de albarradas y fajinas en los arroyos que fluyen hacia el valle principal del río Lechada, y se extenderán a otras áreas difíciles de acceder, donde se utilizarán aeronaves para realizar trabajos de mulching.

Además, se revisarán los puntos de captación de agua en comunidades cercanas para asegurar un suministro ininterrumpido, y se llevarán a cabo otras mejoras en la vegetación que pudieran comprometer la seguridad en estas zonas.

Los incendios, como el de Llamas de la Cabrera, causaron estragos en 13.523 hectáreas y 239 kilómetros de cauces. La atención se centrará en el arroyo de la Chaqueta y en áreas de alto riesgo erosivo, como las cuencas alimentadoras de la Reserva Natural Fluvial del río Duerna.

Las tareas de restauración también abarcan el incendio de Garaño, donde se están implementando medidas similares en los arroyos cercanos al pueblo homónimo, con el fin de contener cenizas y sedimentos.

Finalmente, los trabajos de evaluación y diagnóstico en otras zonas afectadas por incendios, como La Uña y Canalejas-Almanza, están en su fase final, con el objetivo de identificar y ejecutar las iniciativas de restauración más urgentes según las necesidades del entorno hídrico y la erosión del terreno.