En una reciente conferencia, tanto el consejero de Movilidad de la Junta de Castilla y León como el alcalde de Valladolid han subrayado la importancia de que la futura estación de autobuses se desarrolle de acuerdo a lo pactado en el convenio de 2017, el cual estipula que dicha infraestructura debe ser soterrada.
VALLADOLID, 13 de diciembre. Este viernes, el Ayuntamiento de Valladolid, junto a la Junta de Castilla y León, ha dado a conocer el diseño final para la remodelación de la estación de autobuses de la ciudad. En este contexto, se anunció que la licitación de las obras se realizará durante el día de hoy, con el objetivo de iniciar los trabajos antes del verano de 2025 y concluirlos a lo largo de 2026, según lo indicado por el consejero de Movilidad, José Luis Sanz Merino.
En la presentación celebrada en el Ayuntamiento, Sanz Merino estuvo acompañado por el alcalde, Jesús Julio Carnero, y el arquitecto Fernando Liébana de Urbaq Arquitectos, quien explicó en detalle que esta transformación permitirá a Valladolid contar con una estación de autobuses "más digna", una mejora que se considera necesaria tras muchos años de funcionamiento deficientes.
El proyecto, que pronto se someterá a licitación, cuenta con un presupuesto de 5.016.114,04 euros, un monto que ha aumentado respecto a los 4,5 millones inicialmente previstos en un protocolo firmado en abril por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el alcalde Carnero. Este incremento de costos refuerza la urgencia de abordar esta remodelación integral.
Sanz Merino afirmó que la licitación se realizará antes de que termine el año, cumpliendo así con los compromisos previamente establecidos. Se espera que el proceso de presentación de ofertas dure dos meses, y después de completar los trámites administrativos necesarios, se estima que el inicio de las obras se producirá antes del verano de 2025. Lo que busca esta implementación en fases es permitir la continuidad del servicio de autobuses durante la renovación.
El alcalde Carnero expresó su confianza en que la nueva estación de autobuses esté operativa en 2026. Junto a Sanz Merino, enfatizó que esta intervención es “inaplazable”, dado que la actual terminal, que recibe la visita de 5 millones de viajeros anualmente, debe estar en condiciones óptimas, constituyendo una de las principales puerta de acceso a Valladolid.
El consejero recordó que la adecuación de la estación se había pospuesto debido a la firma del convenio para la integración ferroviaria en 2017. En este sentido, mencionó que en estos últimos ocho años se han llevado a cabo diversas modernizaciones en estaciones de autobuses en otras partes de la región bajo un plan específico de modernización.
Según el consejero, el nuevo diseño de la estación deberá ser elaborado y ejecutado por la Sociedad Alta Velocidad, aunque actualmente estos trabajos aún no han comenzado. Esto es, según su opinión, una de las razones principales que justifican la necesidad de proceder con la remodelación de la estación que se encuentra entre las calles Puente Colgante, Arco de Ladrillo, San José y Gabilondo.
Es importante recordar que según el convenio de 2017, la previsión era construir una estación de autobuses soterrada, un proyecto que contaría con un presupuesto estimado de 28 millones de euros, con contribuciones de la Sociedad de Alta Velocidad, donde están representadas entidades como Adif, Renfe, la Junta y el Ayuntamiento. En caso de que el costo sobrepase el presupuesto inicial, se acordó que la administración autonómica aportaría un máximo de 4,5 millones adicionales.
El alcalde Carnero aprovechó para agradecer la colaboración y el esfuerzo del gobierno autonómico, mencionando al presidente Fernández Mañueco y a la anterior consejera de Movilidad, María González Corral, así como a su sucesor, Sanz Merino, por poner en marcha este ambicioso proyecto, que busca modernizar infraestructuras que han sido muy deterioradas.
Este proyecto de renovación no solo vitaliza un espacio esencial para los vallisoletanos, sino que también mejorará la calidad de vida en la ciudad y fortalecerá las conexiones con el área metropolitana. Carnero hizo hincapié en que en los últimos ocho años de gobierno del PSOE y VTLP no se había abordado la necesidad de actuar en esta estación.
Las obras de modernización consistirán en una completa revitalización del edificio principal y de las dársenas, mejorando la eficiencia energética y los servicios ofrecidos a los viajeros. A través de esta intervención, se pretende no solo actualizar la imagen de la estación, que actualmente evoca los años 70, sino también reordenar y optimizar los espacios comerciales y las oficinas de la terminal.
Entre las mejoras previstas, se eliminarán estructuras anexas y se crearán zonas ajardinadas alrededor de los accesos, eliminando también las vallas publicitarias en la zona de Arco de Ladrillo. Además, se introducirán barreras automatizadas para facilitar el acceso a las dársenas, que serán cerradas parcialmente, reconfigurándose así los accesos y creando un área exterior cubierta para esperar junto al nuevo jardín de la calle del Puente Colgante.
Las adecuaciones también incluirán zonas de cortaviento en las entradas, renovación del sistema de iluminación, y una actualización de la señalización. Por otro lado, se busca mejorar la eficiencia energética de la estación mediante un envolvimiento térmico, sistemas de climatización avanzada en las dársenas, y la instalación de paneles solares, entre otras tecnologías que faciliten la integración de la terminal en el Sistema Inteligente de Transporte (ITS).
De esta manera, las nuevas tecnologías contribuirán a optimizar la gestión del tráfico, la seguridad y el flujo de viajeros en la estación. En el corazón de la terminal, se procederá a una reordenación del espacio al eliminar construcciones actuales, lo que permitirá crear una zona más amplia y luminosa gracias a un nuevo lucernario.
Se planea también construir un nuevo núcleo de aseos, reestructurar y unificar los espacios comerciales, que se colocarán lateralmente en esta renovada área, añadiendo elementos informativos y publicitarios para los viajeros. Los trabajos de pavimentación y revestimientos interiores también se reevaluarán, con el objetivo de optimizar el flujo de personas que entran y salen de la estación, además de establecer una nueva acometida eléctrica para futuros sistemas de recarga para autobuses eléctricos.
En la fase final de la reforma, se garantizarán mejores condiciones de habitabilidad y salud en las dársenas, se retirarán las cubiertas de fibrocemento, se actualizarán las instalaciones eléctricas y de iluminación, y se implementará un ascensor que permitirá el acceso a la primera planta de manera accesible y funcional.
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