
VALLADOLID, 13 de noviembre. La Audiencia Provincial ha cerrado este miércoles un caso que desvela una lamentable manifestación de xenofobia y odio, al imponer una condena de seis meses de cárcel a Mariano H.P, un hombre de 75 años acusado de agredir verbalmente a una camarera salvadoreña en un bar de la capital vallisoletana. Los hechos se remontan a junio de 2023, cuando el anciano, tras degustar un vino que se negó a pagar, entabló una interacción con la trabajadora que rápidamente se tornó en un ataque verbal que incluía insultos y una despectiva “invitación” a regresar a su país en condiciones infrahumanas.
La resolución del caso no se llevó a cabo de manera tradicional con un juicio, ya que, poco antes de su inicio, se alcanzó un acuerdo entre la defensa de Mariano y la fiscalía. La fiscal, que inicialmente abogaba por una pena de un año de prisión, finalmente aceptó la propuesta de una sentencia de conformidad que dictaminó seis meses de prisión por un delito de odio, combinado con otro que afecta a la integridad moral de la víctima.
La implementación de la pena ha sido suspendida por un periodo de dos años, durante el cual el condenado estará bajo la advertencia del tribunal: cualquier nueva infracción legal conllevaría el cumplimiento inmediato de la pena actual y una nueva por los futuros delitos cometidos. Además, la sentencia incluye una inhabilitación de tres años y medio para desempeñar funciones en el ámbito educativo, deportivo o de tiempo libre, así como una prohibición de acercamiento a la víctima a menos de 150 metros y cualquier tipo de comunicación con ella durante el mismo periodo.
Como parte de su responsabilidad civil, se ha dispuesto que Mariano deberá indemnizar a la camarera con mil euros por los daños morales infligidos, un gesto que podría interpretarse como un paso hacia la reparación de la dignidad afectada por su conducta. Este sentido de justicia se complementa con la obligación del acusado de asistir a un curso de igualdad y no discriminación, lo que pretende fomentar un cambio en su perspectiva.
Los insultos y el acoso sufrido por la camarera tuvieron su inicio el 4 de junio de 2023, cuando el ahora condenado se presentó en el bar Taberna Castiza, situado en la calle Nueva del Carmen. Tras pedir un vino y salir sin pagar, regresó más tarde ese mismo día, donde se produjo un intercambio violento verbal que evidenció su desprecio hacia su origen. En este encuentro, la camarera le comunicó que debía abonar lo consumido, a lo que él reaccionó con una negativa y una serie de comentarios degradantes, atacando su nacionalidad.
Tras ser insistente en su petición de que se marchase, el anciano finalmente abandonó el establecimiento. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que regresara nuevamente, esta vez empleando expresiones aún más ofensivas. Mientras la camarera limpiaba, desató un torrente de insultos que culminaron en amenazas de deportación, exclamando que deseaba que las personas extranjeras fueran tratadas de manera violenta. Este no fue un hecho aislado; testimonios indican que Mariano ya había dirigido comentarios parecidos hacia la misma trabajadora y a otra colega de ella, creando un ambiente de miedo y hostilidad en el lugar de trabajo.
Las reiteradas agresiones y comentarios de Mariano han dejado profundas cicatrices en la víctima, quien ha experimentado una disminución en su autoestima, así como ansiedad y temor ante la posibilidad de nuevos ataques. A través de esta condena, se espera que se envíe un mensaje claro acerca de la intolerancia hacia el odio y la discriminación, reafirmando la idea de que la dignidad humana debe ser protegida y que las conductas xenofóbicas no tienen cabida en nuestra sociedad.
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