VALLADOLID, 26 de septiembre. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la sentencia que impone tres años de prisión a Juan Carlos V.T. Este joven, quien en abril de 2023 se encontraba internado en el Módulo 1 de reclusos problemáticos del Centro Penitenciario de Valladolid, fue hallado culpable de colaborar con su hermano para introducir cocaína en la prisión, según determina el tribunal.

La Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, ubicada en Burgos, desestimó el recurso presentado por el condenado, quien ya ha recurrido al Tribunal Supremo. En su fallo, el tribunal ratifica la condena impuesta por la Audiencia de Valladolid en enero, considerando que Juan Carlos incurrió en un delito consumado de tráfico de drogas, el cual tiene graves repercusiones para la salud pública. Además de la privación de libertad, se le ha impuesto una multa de 1.020 euros, según información proporcionada por fuentes legales a Europa Press.

En el juicio, solo Juan Carlos V.T, quien ahora es exrecluso, ofreció su testimonio. Su hermano, Jerry V.T., quien fue el encargado de ocultar la droga en los pantalones y también está siendo procesado, se encuentra en paradero desconocido.

El joven, de origen latino y con un índice de inteligencia límite, defendió su inocencia al señalar que un compañero de módulo le solicitó que entregara unos pantalones. Para ello, se comunicó con su hermano, a quien pidió que recogiera la ropa para llevarla a prisión.

“No tenía idea de que la ropa pudiera contener droga. Este preso me pidió el favor porque no tenía a nadie fuera que pudiera llevarle los pantalones”, declaró Juan Carlos, añadiendo que no podía revelar el nombre del verdadero destinatario del paquete debido a amenazas que había recibido.

Funcionarios del penal, quienes participaron en la incautación del paquete el 22 de abril de 2023, declararon mediante videoconferencia desde el Centro Penitenciario de Villanubla. Narraron cómo la madre de Juan Carlos y otros familiares realizaron la entrega, incluida su hermana y el hermano coacusado que se halla desaparecido.

Los funcionarios mencionaron que ya tenían indicios de que alguien intentaría introducir droga en el centro, lo cual se verificó al revisar el paquete que contenía cinco pantalones. En las cremalleras de los mismos, se encontraron cuidadosamente cosidas cuatro bolsitas con un total de 17 gramos de cocaína, cuyo valor superaba los mil euros, como confirmó el análisis posterior.

“No fue sencillo detectarlo. Notamos un bulto en uno de los pantalones y al descoserlo apareció una bolsa, lo que nos llevó a revisar los demás, encontrando así tres bolsitas más”, explicó una de las funcionarias del centro.

Asimismo, un médico forense que actuó a petición de la defensa corroboró que, aunque el acusado es imputable, su capacidad de decisión podría haber estado condicionada por encontrarse en un “medio hostil”, en alusión a su situación excepcional en prisión y su inteligencia límite.

A pesar de esto, el fiscal mantuvo su petición de cuatro años de prisión y una multa de 3.000 euros, argumentando que había suficientes pruebas de culpabilidad y calificando la declaración de Juan Carlos como “meramente exculpatoria”.

La defensa, por su parte, abogó por la absolución de su cliente, argumentando la falta del elemento objetivo y subjetivo en el caso, señalando que el envío no se había materializado y que Juan Carlos había estado bajo presión debido a su entorno en un módulo especialmente conflictivo.