El pasado 18 de octubre en Soria, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, dejó clara su postura en un encuentro con autónomos, afirmando que el dinero destinado al autoempleo no debería ser malgastado en lo que calificó de "excesos innecesarios" como la compra de chistorras y servicios de prostitución. Para Feijóo, es inaceptable que el Gobierno viva de manera desahogada a expensas de la economía de los trabajadores.

Durante su discurso, subrayó la indignación que sienten muchos ciudadanos que trabajan duro solo para que otros, en este caso el Gobierno, se beneficien de sus esfuerzos. “España no puede seguir soportando esta situación absurda”, sentenció el líder del PP, que estuvo respaldado por figuras del partido como el presidente de la Junta y de la formación a nivel regional, Alfonso Fernández Mañueco, y el presidente provincial, Benito Serrano.

Feijóo se mostró decidido a trascender la mera queja y a enfocarse en propuestas concretas para resolver los problemas actuales. “No quiero quedarme en el lamento ni en la denuncia de esta situación injusta, sino en impulsar acciones efectivas que permitan a la gente trabajar libremente”, declaró, dejando claro que su intención es proponer soluciones reales y prácticas.

Reconoció, además, que hay un creciente malestar en la sociedad española, que está cansada de promesas vacías y anhela un cambio significativo. Por este motivo, su visita a Soria no fue solo simbólica: presentó un plan integral destinado a apoyar a los autónomos, el cual ha estado en desarrollo durante meses y está en constante evolución.

El proyecto se implementará a nivel gubernamental, aunque Feijóo planea llevar a cabo varias iniciativas para someter a votación en las Cortes. Criticó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sugiriendo que sus prioridades son muy distintas a las de los ciudadanos, ya que se preocupa más por su “agenda judicial” que por los problemas reales que enfrenta la población.

En su análisis, el presidente del PP vinculó la actual crisis económica con el aumento de impuestos, que describió como una “tortura” y una “incongruencia”, señalando que el Gobierno está llevando a cabo un endeudamiento sin precedentes, a pesar de que los ciudadanos ya están pagando más que nunca.