En Madrid, el 18 de octubre, la Guardia Civil ha llevado a cabo una importante operación conocida como 'Spyhole', que ha resultado en la desarticulación de un grupo delictivo especializado en robos a viviendas en varias provincias. Esta acción ha concluido con la detención de tres individuos que, según las autoridades, podrían estar tras al menos 38 delitos de robo.

Según un comunicado oficial del instituto armado, las víctimas de estos delitos han sufrido un impacto económico significativo, estimándose las pérdidas en alrededor de 150.000 euros. Este grupo criminal operaba principalmente desde la Comunidad de Madrid, desplazándose a otras regiones para llevar a cabo sus asaltos antes de regresar a su base, ocultando el botín en escondites en sus vehículos.

La investigación comenzó cuando la Guardia Civil detectó una serie de robos en domicilios en localidades de Lugo, donde los delincuentes utilizaban tácticas sofisticadas para evitar ser capturados. Los investigadores encontraron dificultades para rastrear al grupo, que empleaba diversas técnicas para eludir a las fuerzas del orden.

Respecto al modus operandi de estos criminales, la Guardia Civil ha registrado que su estrategia incluía la elección de los últimos pisos de los edificios y el asalto en pleno día. Utilizaban herramientas para forzar las cerraduras y extraer la mirilla, permitiéndoles acceder sin ser notados.

La investigación ha revelado que los asaltantes llevaban a cabo una cuidadosa planificación, observando las medidas de seguridad y las rutinas de las víctimas antes de actuar. Durante los robos, se mantenían en el anonimato con disfraz y guantes, enfocándose en la obtención de dinero en efectivo, joyas y otros artículos de alto valor que podían ser transportados fácilmente.

Una vez que llevaban a cabo los robos, los objetos sustraídos eran rápidamente puestos a la venta, incluyendo joyas que no solo tenían un valor monetario, sino que también poseían un alto valor sentimental para sus propietarios. Este tráfico de bienes robados complicaba aún más la tarea de las autoridades para recuperar los artículos.

El grupo utilizaba vehículos pertenecientes a una empresa de servicios de suscripción, lo que creaba una apariencia de legalidad y complicaba su localización. Así mismo, cambiaban regularmente de vehículos y utilizaban líneas telefónicas adquiridas a nombre de personas ajenas al grupo para comunicarse durante los robos.

Las fuerzas del orden lograron detener a los tres miembros del grupo en Briviesca, Burgos, tras identificar que regresaban a Madrid tras asaltar tres viviendas en Vizcaya. En la operación se confiscaron objetos robados y material utilizado para perpetrar los delitos.

Entre los artículos incautados se encontraban joyas de oro, un reloj de lujo, monedas de colección de gran valor y efectivo recuperado de los robos. Los detenidos enfrentan serias acusaciones de pertenencia a una organización criminal y robo con fuerza en viviendas. Actualmente, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Mondoñedo en Lugo, donde se ha decidido su ingreso en prisión a la espera de juicio.